Hace cuarenta años, cuando estaba en su auge, al narco líder del Cártel de Medellín, Pablo Escobar, quien era un fanático de los animales exóticos, se le ocurrió que era buena idea traerse desde un zoológico de Estados Unidos a cuatro hipopótamos para tener en su Hacienda Nápoles. Rápidamente se reprodujeron hasta el punto de llegar a ser más de 150 y de representar un peligro para la biodiversidad local. De hecho, en marzo de 2022 fueron declarados como una especie invasora por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible que en ese entonces tenía a la cabeza a Carlos Eduardo Correa.
Siendo que de por sí Colombia es el único país del mundo fuera de África con más de 100 hipopótamos y que aquí no cuentan con ningún depredador natural que pueda detener su crecimiento, se hace necesario tomar cartas en el asunto. Sin embargo, existe el eterno debate sobre cuál debe ser la forma de actuar. Por un lado, hay una postura, enmarcada en los animalistas, que dice que es inhumano matarlos y que la solución es esterilizarlos o sacarlos del país y por otro, con los biólogos como representantes, está la que dice que la única salida plausible es el sacrificio, puesto que cualquier otra solución medida muy costosa e ineficiente.
Justamente, es este debate el que ha retrasado cualquier tipo de acción por parte de las organizaciones gubernamentales que han intentado de todo, desde planes de esterilización hasta enviarlos a la India y a Sinaloa, pero nada ha dado resultado.
Al final, terminó siendo una demanda de un activista preocupado por el medio ambiente la que le terminó abriendo el camino a lo que será la solución
Se trata de Luis Domingo Gómez Maldonado, un abogado experto en Derecho Animal, a quien el Tribunal Superior de Cundinamarca le respondió extendiéndole la preocupación a la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, a quien instó a reglamentar de una vez por todas lo que se va a hacer con los hipopótamos.
En definitiva, el gobierno nacional, apoyado por Corantioquia y Cornare, tendrá tres meses para expedir una resolución en la que se contemple la caza controlada y la esterilización de los hipopótamos y en la que queden bien definidas cuáles van a ser las estrategias para las capturas, siempre evitando cualquier tipo de maltrato y asegurando el menor sufrimiento posible.
También le puede interesar: Así acabaron con los narcotours de Pablo Escobar en Medellín
