Cada noche, en su casa en el barrio Juanambú, al occidente de Cali, los hermanos Gustavo y José Ignacio Llano tostaban maní y azúcar en una paila. Tendrían 15 y 17 años cuando se propusieron ayudar a la economía familiar como fuera, pues acaban de perder a Alvaro, su padre. Eran ocho hermanos. Luego de la preparación, empacaban el maní en conos de papel o bolsas de plástico que sellaban con ayuda de un cuchillo y una vela, mientras el olor dulzón impregnaba todo el ambiente. Al día siguiente vendían los paquetes a sus compañeros del colegio Berchmans con tal éxito que ampliaron su mercado a la universidad y en algunas discotecas conocidas. Luego de varios años en la informalidad de la cocina familiar, Manitoba Ltda. nació oficialmente el 27 de enero de 1988.
Ignacio se graduó como ingeniero industrial de la Javeriana y Gustavo como abogado de la San Buenaventura. Entre los dos decidieron formalizar el negocio del maní que habían construido años atrás. Ambos hermanos asistían a cursos de creación de empresa en la Fundación Carvajal, clases nocturnas de finanzas, gestión administrativa, y contabilidad básica, allí con la ayuda de Alberto José Carvajal Lourido, líder por muchos años del grupo empresarial Carvajal, encontraron el nombre cuando este un día les señaló, mientras daba vueltas a un globo terráqueo, un lago ubicado en Canadá, cuyo nombre, significaba ‘el gran espíritu’ en lengua aborigen.
Posteriormente, una agencia publicitaria creó la imagen de dos granos de maní, con aire de descomplique aventurero que representan a Ignacio y Gustavo, dispuestos a recorrer el mundo bajo la sombra de una nube naranja que con el tiempo tomó la forma de cacahuate.
Los Llano empezaron a crecer incursionando en las principales cadenas de supermercados de la ciudad, para luego extenderse por la región del Valle del Cauca, Eje cafetero, Bogotá y el resto del país. Gustavo, quién se inclinó por el lado del mercadeo y se dedicó abrir fronteras a punta de su carisma y excelente sentido del humor, es el Gerente Comercial de la empresa, mientras que Ignacio se fue por el lado de generar ideas creativas e innovadoras y es el actual Gerente General.
El siguiente paso fue la tecnificación mediante el uso de maquinaria especializada para la producción y empacado, procesos más sofisticados que les permitirían crecer y ofrecer productos de mucha más calidad. Innovando y buscando nichos de mercado específicos a los que se les pudiera generar valor agregado.
De su producto original, el maní, al principio confitado, pasaron con sal, y después le agregaron ajonjolí, con los años dieron paso hacia las semillas, especies y cereales.
En la actualidad la compañía cuenta con una oferta de productos saludables que contienen proteína, fibra, vitaminas, minerales bajos en sodio y sin azúcar, menos aditivos y empaques más amigables con el medio ambiente. Manitoba ofrece 240 referencias comercializadas en cerca de 1.500 puntos de venta en todo el país.
En 1999 iniciaron su expansión internacional en Ecuador y hoy ocupan el cuarto lugar entre las grandes empresas exportadoras de snacks en la región del Valle del Cauca, solo superada por Colombina, Aldor y Nestlé. Líder en el sector de maní y frutos secos a nivel nacional e internacional, exportan a 12 países de Suramérica, Centroamérica y algo del Caribe, más México. La exportación son el 20 % del total de ingresos y la idea es alcanzar el 30 % que tenían cuando Venezuela era parte del mercado.
Con una inversión de $ 22.000 millones y más de 10.000 mts2 en 2018 inauguraron una planta en el municipio de Yumbo (Valle), con todas las especificaciones y tecnología de punta. Allí producen 1.200 toneladas mensuales, tres veces más de lo que generaban en su anterior sede, la expansión proyectada a cinco años, la están adelantando con una inversión entre $ 5.000 y $ 6.000 millones, la cual esperan tener lista para mediados de este año.
Con el maní, uno producto de altísimo consumo en el mundo empezó un pequeño negocio que ahora ofrece 240 productos distintos, entre los que se encuentran las nuevas creaciones estrella de la línea consiente que responden a toda la gama de gustos.
El portafolio es más que variado:
Las cremas esparcibles: crema de maní, de marañón y de almendras, todas sin azucares añadidos embotelladas en frascos de vidrio con capacidad de hasta 200 gramos de producto. Cada producto con beneficios para la salud por ser buena fuente de proteína y ser bajas en sodio.
Mezclas healthy: Mix de garbanzos y quínoa, mix con avellanas del Nogal y el mix de cacao y pretzels, llegaron al portafolio como productos libres de colesterol, grasas trans y azúcar añadida. La Quinoa, que ha sido una revolución alimentaría en Colombia y el mundo ha sido uno de los productos más vendidos en Manitoba.
Topings para las ensaladas: compuestas con productos naturales y semillas de toda clase, incluyendo pistachos, esta fue una apuesta de Manitoba para saltar al comedor de los colombianos a la hora del almuerzo, sin dejar de ser un incondicional pasabocas.
Almendras: Almendras naturales, en lajas, con cacao y asaí, y en harina, han estimulado el consumo de productos Manitoba como insumos gastronómicos para recetas de todo tipo en las familias colombianas y las industrias del país. Estos han sido productos de alto interés para exportaciones durante la pandemia.
La planta que emplea a 550 trabajadores de la región, vendió en 2019, $ 73.000 millones con un crecimiento del 33,7 % con respecto al año anterior, para el 2020 el presupuesto era crecer un 28 %, la empresa lleva años creciendo a un ritmo de dos dígitos. Mucha de su materia prima es importada, principalmente de Estados Unidos y Brasil, pero entre sus objetivos esta trabajar más con cultivadores locales, como el caso del marañón que cultivan en el Vichada.
El paro afectó más que la pandemia a Manitoba. A raíz de los bloqueos y las protestas, se debió detener la operación de su planta por más de 15 días. Los empleados no tenían capacidad ni siquiera de entrar a la planta en Yumbo. El producido mensual de mil toneladas se vio fuertemente golpeado y se incurrieron sobrecostos por la necesidad de hacer despachos aéreos para no quedarles mal a clientes. Y aunque persisten problemas en los costos de materias primas y en los fletes, la demanda está disparada y Manitoba muy bien ha sabido acompañar sus productos nuevos con campañas de sostenibilidad ambiental. Hoy, los empaques de su línea “consiente” son de bajo impacto en residuos, fácil de reutilizar y libres de plástico.
Supieron leer las tendencias de los consumidores en el mundo y ahora son más de 60 recetas saludables que tiene escritas Manitoba en su página web para hacer con sus productos soluciones alimenticias de alto impacto, tanto en los hogares colombianos como en los otros 12 países que demandan sus productos desde Colombia.
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