Entonces llegas a las plaza de las Flores en Corabastos y te encuentras de frente con el paraíso de los pescados. Es viernes previo a Semana Santa. Hay carros, pitos, ríos de gente que lo único que quieren es llevarse un pedazo de bagre, de tilapia, camarones, para hacer los siete potajes mientras se escucha, por qué no, las siete palabras. En un país con 45 millones de católicas la semana santa es una fecha tan simbólica y de tanta fiesta como la misma navidad.
Esta fiebre genera todo tipo de especulación. Si bien el mejor lugar para conseguir pescado fresco y barato es la plaza de las flores, alrededor de ella pululan lugares en donde se vende de la peor manera el pescado con todos los problemas de salubridad que pueden tener estos alimentos.
Las 2 orillas constató la putrefacción con la que se vende en esta parte de Bogotá: