“Domingo desde la 1:00 p.m., radio encendida, presentación de periodistas, llegada de aficionados al estadio, llegada de equipos, pauta comercial, alineaciones…presentación del narrador, emoción al iniciar el partido….y GOOOLLL en Bogotá…GOOOLLL en Cali…GOOOLLL en Bucaramanga…”
¿Cómo olvidar esa época del matrimonio fútbol y radio? Cuando los partidos del campeonato Colombiano eran solo los domingos y en semana solo eran los partidos de la Copa Libertadores, el radio al oído fue ese “pincel que mostró en audio”, el minuto a minuto, antes, durante y después de cada partido.
Y muchas de las emisoras que transmitían los partidos, iniciaban su jornada en los programas matutinos de los domingos, donde incluso el oyente era quien participaba con sus comentarios sobre el equipo, el partido, el rival y hasta del comentarista y el narrador. Y no faltaba la rifa de boletas para ir al partido, lo que hacía que “colapsara la línea de 500”, para referirse a la línea telefónica.
Después de mediodía iniciaba la transmisión del fútbol: los saludos a cada patrocinador, los saludos a cada colaborador, a los técnicos del sonido en el estadio y en el máster, al director y luego, al reportero que cubría en cada camerino, al de la tribuna que estaba con los aficionados, al de la planta baja para cubrir los personajes del fútbol cuando llegaban al estadio, a los comentaristas principales que eran junto con el narrador, los “chachos de la película” y entre cada presentación, no faltaba la pauta comercial son grandes voces de la locución. Y es necesario recordar, que al jugador lo entrevistaban en el camerino mientras se estaba poniendo sus guayos y preparándose, lo único que no transmitían era la charla técnica.
Hasta ese momento, el oyente estaba enterado de todo lo que estaba pasando en el estadio sin necesidad de estar presente. Y eso sin contar al aficionado que estaba en el estadio, que también ingresaba con su radio, para estar informado de lo que no podía ver y de lo que vería.
Y cuando el reportero del camerino del equipo local decía “sale el…”, se iniciaba la otra fase de la magia de la radio en el fútbol, el comentarista principal comenzaba a describir esa emoción que vivía el estadio, con todo el sonido en vivo. Terminaba el himno de Colombia (cabe recordar que los himnos regionales y/o de ciudad no se interpretaban) y nos preparábamos para escuchar 90 minutos de descripción exacta y de emociones, a través de las grandes voces y estilos inolvidables de los narradores y locutores.
Y es aquí donde esa magia de la radio, permitía disfrutar en “vivo y en movimiento que es lo importante” (como decían en las transmisiones de ciclismo), de todos los estilos de narración de esos grandes de la radio, porque mientras se escuchaba al narrador en cada ciudad, cuando había un gol en otro estadio del país se interrumpía la transmisión con el “grito” único del narrador de la otra ciudad. Y gran emoción generaba esto especialmente en momentos de clasificación al octagonal o en los cuadrangulares finales, porque no había transmisión de televisión.
Haré mención a algunos de esos narradores y parejas de locutores que recuerdo con nostalgia porque hicieron y han hecho de la radio colombiana, tal vez de las mejores del mundo:
Jorge Eliécer Campuzano
“El espectacular, señoras y señores”, acompañado en una época por Javier Hernandez Bonet, Wbeimar Muñoz Ceballos y Camilo Sixto en la Voz de Antioquia y en otra época inolvidable en el grupo de “Prodeportivo, con el equipo ganador” en Radio Sutatenza al lado de otro grande de la narración, su hermano Armando Moncada.
Rafael Araujo Gámez
“El narrador que Cali consagró” con su famosa frase al cantar un gol “Goooll...de Americaamericaramerica….CaliCaliCaliCali…..no,no,nooo hay tiempo de llorar”, acompañado de su comentarista Oscar Rentería Jiménez y en otro tiempo del Doctor “MAO” (Mario Alfonso Escobar).
Jairo Aristizabal Ossa
“La metióoooo….y qué bien!”, acompañado en una época por la gran voz de Joaquín Marino Lopez y Fernando Franco García (en Todelar) y después con el combo de Oscar Rentería, Mao y Ricardo Alarcón (hoy presidente de Caracol Radio).
Juan Manuel Gonzáles
“El profe” con su frase “..de miii, de miii , de mi Bucaramanga del alma, me quiero morir…”.
Marco Antonio Bustos
“El emperador” con sus frases “..y llegaaaaaamos al fatídico minuto treeeeeceeeeeee……Péguele de ahí, péguele de ahí..” y en los goles “autooorrrrrrr; tiempooooooooo; marcadooooorrrrrr”. Y acompañado por grandes comentaristas Ivan Mejia Alvarez, Oscar Restrepo Perez “Trapito”.
Edgar Perea
“El Campeón” con su narración “Gogogogogol….de tu Junior de Barranquillaaaaa…(¡¡¡qué maravilla..!!! decía la cortinilla)…Junior tu papá” desde Radio Mar Caribe. Gran pareja hizo con el más grande comentarista de Colombia, el Doctor Hernán Peláez y con su inolvidable amigo Jaime Ortiz Alvear.
Sergio Ramírez
“…se metióooo….Camisa 9”, acompañado por Javier Hernandez Bonet en Medellín y también en Bogotá con “Trapito”.
Rodrigo Vásquez
“El rocky, el motilón de oro”…narrando el “glorioso cúcuta deportivo”
Benjamin Cuello
“Benjamín, el dueño del Campín”…y sus frases “Dónde está la bola, dónde está la bolita….Jueguen muchachos”. Y acompañado en una época por Marino Millán, Oscar Rentería. En Bogotá con el Doctor Peláez y Jaime Ortiz Alvear.
Es cierto que nada en esta vida es inmortal y la evolución es una realidad, pero si algo lamento es que esa magia de la radio en directo, descriptiva y emotiva, cada vez más desaparece (por no decir que ya desapareció) y con ellos ya son varios los grandes hombres de esa radio que han partido. Como dice el libro del gran “Rubencho” (Ruben Darío Arcila) : el último apaga la luz.