En los últimos 25 años, en la península han votado y también botado los votos comprados o vendidos al mejor postor y han elegido a diez gobernadores de La Guajira, es decir, cada mandatario ha logrado mandar durante un promedio de 30 meses, lo que equivale a dos años y medio.
Durante ese cuarto de hora, los gobernadores elegidos han salido del cargo investigados, inhabilitados o condenados por firmar contratos sin el cumplimiento de los requisitos legales, han incurrido en detrimento patrimonial o violado el Código Único Disciplinario.
El primero de la lista en este triste récord de gobernadores de La Guajira electos involucrados con casos de corrupción es Álvaro Cuello Blanchar. El funcionario contrató un proyecto de Vivienda de Interés Social y la Procuraduría lo inhabilitó por peculado y contratación indebida. La Corte Suprema de Justicia le inició investigación porque pagó obras no ejecutadas y todavía no hay fallo.
Hernando Deluque Freyle sucedió en el cargo a Cuello Blanchar, trató de tapar lo que había hecho su antecesor con el contrato de vivienda y terminó involucrado en ese caso. Adicionalmente, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia lo condenó a seis años de cárcel por fraccionar en 24 pedazos el contrato de construcción de la red de alcantarillado de Maicao para favorecer a los amigos.
Deluque Freyle, que tiene un hijo senador, también tiene otra condena de 9 años por peculado y por pagar en forma indebida las obras civiles del Colegio La Sagrada Familia de Riohacha. Para completar, no terminó su período como Gobernador porque se comprobó que su elección fue fraudulenta.
José Luis González Crespo, el tercer gobernador de La Guajira en los últimos 25 años, resultó elegido para el período 2004-2007, tiene dos condenas. Una de 10 años por haber firmado contratos con empresas de servicios públicos y haber incurrido en el delito de peculado por apropiación de 1.027 millones de pesos. La otra condena fue de casi nueve años por detrimento patrimonial de 2.000 millones de pesos en un contrato de servicios de asesoría y consultoría. En el proceso, el mandatario prefirió acogerse a sentencia anticipada.
En 2009, el Ingeniero Jorge Pérez Bernier firmó contrato para mejorar 57 instituciones educativas y construir cinco megacolegios con una inversión total de 90.000 millones de pesos. El contrato se adicionó y terminó saliendo por más de 134.000 millones. Estuvo unos meses en la cárcel, pero quedó en libertad por vencimiento de términos.
Mientras espera una decisión final, Pérez Bernier también responde por adicionar un contrato y pagar el dinero sin que el contratista hubiera realizado las obras de acueducto y alcantarillado que se comprometió a ejecutar. El caso está en la Corte Suprema de Justicia porque la Fiscalía lo llamó a juicio por peculado por apropiación y contrato sin llenar requisitos, pero nada más ha pasado.
Después de Pérez Bernier, los guajiros votaron por Juan Francisco Gómez Cerchar, el famoso ‘Kiko’ Gómez y botaron el voto porque paga condena por asesinato y fue destituido e inhabilitado por la Procuraduría por irregularidades en contratos de vigilancia.
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La exgobernadora Oneida Pinto Pérez, quien ahora quiere repetir como Alcaldesa del municipio de Albania, espera que la Procuraduría le diga si está inhabilitada o no. En su momento, gobernó solo seis meses porque el Consejo de Estado la inhabilitó, la acusaron de concierto para delinquir, contrato sin cumplimiento de requisitos, entre otros, se fugó durante un año, luego estuvo en La Tramacúa y obtuvo la libertad por vencimiento de términos.
Tras la salida de Oneida Pinto de la Gobernación de La Guajira, fue elegido mediante compra de votos en elecciones atípicas para terminar ese período, Wilmer González Brito y por ese y otros delitos electorales, le impusieron una condena de 10 años de prisión, se fugó y luego llegó a La Picota.
Una condena de 14 años recibió José María Ballesteros Valdivieso (hijo del exgobernador y excongresista Jorge Eliécer Ballesteros Bernier) por parte de la Corte Suprema de Justicia en 2019 por haber firmado un contrato de más de 17.000 millones de pesos para investigar el dengue en La Guajira. Ballesteros Valdivieso también recibió otras condenas por irregularidades en contratos relacionados con la alimentación y el transporte escolar. Su papá, Ballesteros Bernier, terminó el período de Deluque Freyle, entre julio y diciembre de 2003.
A este paso, se acabarán los cuatro años de gobierno del presidente Gustavo Petro y será muy poco lo que pueda hacer para revertir la corrupción enquistada y normalizada entre los guajiros.
