Mi mamá siempre me decía que cuando había una guerra o una pelea nadie ganaba, todo el mundo pierde dice ella. La conclusión después de años de investigación, es que es falso, en la guerra siempre algunos ganan, tal vez lo que si es cierto es que lo pobre siempre pierden.
En Argentina los ganadores fueron los militares, por ejemplo ellos mataban a estudiantes universitarios y profesores y se quedaban con sus hijos y entre los militares se los repartían, de ahí, por ejemplo el movimiento de las “Abuelas de la Plaza de Mayo”. Una eterna, dolorosa y frustrante búsqueda de los nietos. En la Republica Democrática del Congo o Antiguo Zaire, nuevamente la situación es similar, los ganadores fueron aquellos que estaban directamente vinculados a la guerra, comandantes guerrilleros, paramilitares y los militares se quedaron con gran parte de la ganancia de la guerra.
En Colombia la situación es diferente, tanto guerrilleros, como paramilitares y militares pusieron los muertos, cometieron todo tipo de atrocidades, y si bien muchos de ellos mantienen importantes riquezas, por medio de testaferros y bienes, lo cierto es que los grandes ganadores no fueron ellos. Los ganadores fueron los denominados “terceros de buena fe”, es decir, políticos, empresarios y personalidades que supuestamente están en la legalidad.
Si bien el conflicto armado lleva un poco más de 50 años, lo cierto es que la guerra dura, se dio entre 1995 y el año 2005, allí fue donde más de 4 millones de personas fueron desplazadas, donde poco más de 5 millones de hectáreas fueron despojadas y donde se cometieron el mayor número de masacres, homicidios y desapariciones forzadas.
Estos terceros de buena fe como los ha denominado la Ley de Víctimas son hoy día gobernadores, senadores, magistrados y prósperos empresarios. Tres ejemplos son clásicos. El primero es el del magistrado de la Corte Constitucional Jorge Pretelt, el escándalo que lo envuelve es producto de dos fincas que pertenecían a una serié de víctimas y que fueron despojadas y luego de un histórico patrimonial las fincas terminaron en manos de la familia de Pretelt.
La tierra que pasaba a manos de testaferros de alias Cadena
quedó en manos de empresarios antioqueños,
multinacionales y ganaderos
Otro de los ejemplos es el Fondo Ganadero de Córdoba quienes se quedaron igualmente con cientos de hectáreas que pertenecían a campesinos que fueron desplazados y despojados por grupos paramilitares. También es recordada la estrategia de despojo de alias Cadena. Cientos de campesinos pasaban por las notarías del departamento de Sucre a firmar escrituras sobre supuestas ventas de tierras que pasaban a manos de testaferros de Cadena. Los campesinos salían desplazados luego de la firma.
Meses después de este despojo de Cadena, la tierra quedó en manos de empresarios antioqueños, multinacionales y ganaderos. De hecho, hoy día existe una disputa jurídica por cientos de hectáreas en la zona. También es cierto que en esa zona la restitución de tierras ha sido mínima y casi que podría ser considerada un fracaso y eso que es considerada como la zona modelo a mostrar por parte de agentes nacionales e internacionales.
Estos ganadores o “terceros de buena fe” como lo llama la ley son los gobernantes y agentes políticos en las diferentes regiones del país y se opondrán a sangre y fuego a la aplicación del proceso de paz. La Fundación Paz y Reconciliación tiene información que en la zona del sur de Córdoba se han hecho reuniones que este fin por parte de varios agentes políticos de la región.
Estos agentes serán la gran posición al proceso de paz y como es de esperarse no harán ninguna campaña por el SI en el plebiscito, tampoco colaborarán con temas de verdad, justicia, aunque claro públicamente apoyaran el proceso, de hecho, muchos de estos agentes están en la Unidad Nacional y no solo en el Centro Democrático.
