El nombre de James Rodríguez es el que más noticias está generando debido a su incierto futuro en el Real Madrid. ¿Se quedará?, ¿se irá? Si se va, ¿a cuál equipo: Manchester United, Bayer Munich, Juventus? El futuro del 10 colombiano es incierto. Y no por falta de talento, pues le sobra, sino por su indisciplina y poco rigor para entrenarse al 100%, como se ejercita Ronaldo. O mejor, por su poco talento en la cabeza, mal que no sólo padece él, sino que también han sufrido otros futbolistas, verdaderos cracks, colombianos.
Faustino Asprilla es uno de ellos. Abel Balbo, un jugador argentino normalito quien también jugó en Italia, marcó más de 160 goles en el calcio. El Tino, mil veces más talentoso que Balbo, convirtió solo 74. ¿La razón? Asprilla tenía más talento en los pies, Balbo, en la cabeza. Nadie que conozca de fútbol duda que si Asprilla hubiera querido habría podido ser, de lejos, el mejor jugador colombiano de la historia —y hasta le habría alcanzado para meterse en el Top Ten mundial—. Lo tenía todo, era ambidiestro, tenía capacidad de salto –no saltabilidad, señores periodistas deportivos– para el cabezazo, regate, picardía, alegría, velocidad…Pero el Tino era poco amigo del entrenamiento y sí amigo de la rumba, el miche y las chicas malas.
Y como el Tino abundan las historia de jugadores criollos que lo tenían todo para triunfar y dejaron ir la gloria por su falta de cabeza fría: El Tren Valencia en el Bayer Munich y Atlético de Madrid; Jackson Martínez, también en el equipo colchonero; el Pibe Valderrama, Leonel Álvarez y René Higuita en el Valladolid; Falcao, quien en el cénit de su carrera, cuando estaba por pelear por un Balón de Oro, decidió obedecer las “sugerencias” de Jorge Mendes, su representante, e irse del Atlético al Mónaco, en el cual sufrió la lesión que casi acaba con su carrera. El gran Freddy Rincón, en el Real Madrid en el Nápoles; Teófilo Gutiérrez, Freddy El Totono Grisales, Víctor Hugo Aristizábal, Valenciano, Juan Pablo Pino… ¿Quinterito?
El día en que nuestros futbolistas mezclen talento cerebral y corporal seremos potencia mundial.