‘Los francotiradores apuntan a la cabeza…’
Opinión

‘Los francotiradores apuntan a la cabeza…’

El sobreargumento o la extravagancia

Por:
marzo 19, 2015
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

Y, ahora desde el mundo fantasmagórico, surge una moda en el argumento, en el discurrir de la argumentación. Se trata, sí señoras y señores, de la moda de esconder en las frases, la gravedad de los acontecimientos; una maña, una destreza que, a fuerza del uso, se convirtió en moda, en costumbre y, ahora hace parte de ese recién creado, del nuevo ‘derecho de defensa’ o, en política, una forma de maquillar, de esconder la realidad en el laberinto; una estrategia vencedora pues, sin desvirtuar lo acontecido, es decir, los hechos y, sobremanera, su gravedad, repetimos, hacen que el común siga sus pautas, sus contenidos y se aparten de la realidad que, de suyo, es evidente. Miremos: del delirante y, por qué no decirlo, alucinante, ‘usted no sabe quién soy yo’, frasecita que dio para dar y convidar, desde los más jocosos, pasando por los contenidos conceptuales que, desde la sociología se ofrecen, hasta los más agresivos comentarios, pasamos a los sobreargumentos, extravagancias que, invitan a la estridencia demostrativa —como suena duro ensordece e, increíble, no deja razonar—. Ni más ni menos, contiene una fuerza, una violencia en la exposición. Califiquen ustedes esta sencilla frase que, no propiamente invita a la concordia y a la convivencia, dicha, según se informa, por un alto funcionario del vecino Estado ante la OEA: ‘Los francotiradores apuntan a la cabeza, pero llega un momento en que una cabeza escuálida no se diferencia de una cabeza chavista, salvo en el contenido. El sonido que produce una cabeza escuálida es mucho menor, es como un chasquido, porque la bóveda craneana es hueca y pasa rápido. Pero eso se sabe después de que pasa el proyectil’, lo más paradójico es que el funcionario se encuentra sentado en el concierto subregional que constituye la garantía de la ‘Carta Democrática’, suscrita por la región en procura de la protección de los Derechos Humanos y, de los valores que su nombre indica: la democracia. Con destreza, con especial habilidad, puso al mundo a hablar, a discutir sobre tan espeluznante dicho, que no argumento, logrando de esta manera que se olvidara el mundo de la realidad padecida por nuestra hermana república; se ofrecen disculpas, la calma vuelve y, nada pasa: la realidad se ocultó. Un horror.

Y, sigamos con los hechos, como aquellos que aquejan y, de qué manera, a nuestra Corte Constitucional que, nos tiene sumidos en un silencio sepulcral; expresa o, en mejores términos, falla, el abogado de la defensa, cuando con la misma turbulencia de lo que tiene que asesorar, indica que ‘el derecho no tiene nada que ver con la ética’; en verdad falló, se equivocó, no solo en razón al sobreargumento usado, que ha sido resuelto desde tiempo inmemorial —no entraremos en la polémica—, sino que se equivocó al tratar de distraer a la opinión. No pudo, pues como comentan en mi tierra: el muerto está ahí.

Esta sentencia, ‘el muerto está ahí’ se observa cuando el defensor del posible homicida es capaz de sostener la plástica elaboración mental de no existencia del occiso por creer —muy respetable— en la reencarnación, de manera que al pasar el alma —según él— solamente de un estado a otro, la vida no se habría extinguido; los contertulios, sus observadores no entraron en discusión, solo afirmaron ‘eso es posible, pero el muerto está ahí’.

Y, así, así, sí señoras y señores, ante el sobreargumento, ante las extravagancias, solo debemos recordar: ‘el muerto está ahí’.

 

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Fragilidad y reconocimiento

Fragilidad y reconocimiento

Nuevo cuatrienio

Nuevo cuatrienio

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--