El suicidio es un problema complejo que afecta a muchas sociedades en todo el mundo. En Riohacha se ha convertido en una preocupación profunda de salud pública, especialmente debido a la pobreza, la inseguridad alimentaria, la informalidad laboral y la fuerte migración de Venezuela.
En las últimas semanas se ha observado un aumento alarmante de suicidios "mediáticos" en lugares públicos concurridos, lo que plantea preguntas sobre los mensajes que se están enviando y las medidas que se deben tomar para abordar esta situación.
La teoría de la pirámide invertida de Maslow proporciona una lente útil para analizar esta problemática. Según esta teoría, las necesidades humanas están jerárquicamente estructuradas, desde las básicas hasta las de autorrealización. Si las básicas, como la alimentación, la vivienda y la seguridad no se satisfacen adecuadamente, puede haber una falta de motivación y un mayor riesgo de problemas emocionales, incluido el suicidio.
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En Riohacha la pobreza, la inseguridad alimentaria y la informalidad laboral son factores prominentes que afectan negativamente el bienestar de muchos que tienen dificultades en llevar comida a sus hijos. El alto porcentaje de pobreza económica, multidimensional y extrema y la falta de empleo estable pueden generar una sensación de desesperanza y desamparo en la población. Además, la migración de Venezuela ha agravado aún más estas condiciones, ya que algunas personas llegaron en condiciones de indigencia sin recursos para satisfacer sus necesidades mínimas.
En nuestra ciudad se han presenciado actos extremos de suicidio que han llamado la atención de la sociedad. Por ejemplo, alguien desesperado optó por subirse a un poste altísimo de alumbrado ubicado justo al frente de la Estación Central de Policía y hacer un clavado tipo piscina al filo del mediodía, siendo esta la zona más concurrida de la ciudad o el caso más reciente de un individuo que aprovechó el paso de una tractomula lanzándose a las ruedas traseras, a plena luz del día y frente a un público considerable. En ambos casos fueron hombres en edad productiva. Estos actos espectaculares y públicos reflejan un nivel extremo de sufrimiento emocional y desesperación.
En vista de la gravedad de la situación es crucial que las autoridades estatales de salud y otras instituciones aborden este problema como una cuestión de salud pública. El Estado tiene la responsabilidad de proteger y promover el bienestar de sus ciudadanos, incluyendo su salud mental. Esto implica implementar estrategias de promoción de la salud y prevención de la enfermedad que aborden los factores de riesgo y promuevan los factores protectores relacionados con el suicidio.
Se deben desarrollar políticas y programas que aborden las raíces de la pobreza, la inseguridad alimentaria y la falta de empleo estable. Además, se deben proporcionar servicios de salud mental de calidad y promover la conciencia sobre la importancia de buscar ayuda profesional. La colaboración entre organismos gubernamentales, organizaciones sin fines de lucro y la comunidad en general es fundamental para abordar eficazmente esta situación.
El suicidio asociado a la pirámide invertida de Maslow en Riohacha representa un desafío profundo de salud pública. El hambre se ha vuelto paisaje en la capital de La Guajira. Es esencial que las autoridades estatales de salud y otras instituciones actúen de manera integral para afrontar las causas subyacentes, promover la salud mental y prevenir estas inmolaciones. Juntos podemos trabajar para crear una sociedad más justa y equitativa, donde se garantice el bienestar de todos sus miembros.