El expresidente Belisario Bentacur dejó instrucciones para que su funeral fuera como el de un ciudadano y no el de un jefe de Estado. La cámara ardiente fue en la Academia de la Lengua y la misa en la capilla del Gimnasio Moderno donde igualmente la policía nacional en el exterior y el batallón guardia presidencial en el interior, le hicieron calle de honor al ataúd.
Asistió el Presidente Iván Duque y la primera dama, así como cuatro de los cinco expresidentes. La manera como se ubicaron en el ala lateral de la iglesia refleja las tensiones políticas existentes en el país.
En una banca compartieron los expresidentes Ernesto Samper y Juan Manuel Santos con sus respectivas esposas y separados por el pasillo, se situaron el Presidente Duque al lado del expresidente Álvaro Uribe y junto a este, Cesar Gaviria con su esposa Ana Milena Muñoz de Gaviria, próxima embajadora en Egipto del gobierno Duque. El ausente fue Andrés Pastrana, único copartidario del expresidente Betancur, quien se encontraba en Madrid, España, en un compromiso familiar y luego viajó a la China a una reunión de ex presidentes, pero no envió ningún mensaje como si lo hicieron el Papa Francisco desde Roma y el Cardenal primado de Colombia Rubén Salazar, quien presidía las ceremonias del centenario de la arquidiócesis de Medellín en esa ciudad.