Los eternos líos de Haití

Los eternos líos de Haití

Las protestas para que Moise deje la presidencia, sin que nada pase, no le han dado un respiro a la crisis energética y a la escasez de alimentos que vive la isla

Por: Leguis A. Gomez Castano
noviembre 12, 2019
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.
Los eternos líos de Haití
Foto: JovansLorquet - CC BY-SA 4.0

Un poco más de once millones de personas habitan hoy en día en Haití y más de la mitad sobreviven de la economía informal, con lo poco que se puede comprar con $2.4 dólares al día, que es lo mismo que decir en moneda colombiana al cambio actual unos 8000 mil pesos diarios. El país caribeño que abrazó las ideas de la Revolución francesa, al mando de Toussaint Louverture, fue la primera república negra creada por esclavos libertos. Sin embargo, ha pagado bien caro durante los pasados doscientos años su osadía de autoproclamarse independiente del gobierno francés, pues el colonialismo sigue clavando sus dientes en la sedienta garganta del pan.

Lograda su independencia en 1804, tras múltiples enfrentamientos durante doce largos años que terminaron con la expulsión del gobierno colonial francés, los haitianos, para ser reconocidos en el concierto internacional de las naciones, tuvieron que aceptar resarcir al gobierno imperial gales con el pago de una astronómica suma de dinero, una multa de $150.000.000 millones de francos que equivalían a diez veces el ingreso anual del país de entonces, lo cual sumió a la isla en una espiral de deuda que solo terminarían de pagar 122 años después de impuesta (esto incluyendo que en 1830 la deuda fue rebajada en un 50%).

A principios del siglo XX, cuando los haitianos terminaron de pagar la deuda, el mundo estaba ad portas de la gran crisis económica del 29 y el país lo sintió tremendamente. Nuevas deudas se sumaron a las ya existentes y la otrora perla de las Antillas que produjo mucha de la gloria francesa y cerca del 75% del azúcar que se consumía a nivel mundial, se sumió en una pobreza que llega hasta nuestros días y que une sus raíces en un pasado colonial inmisericorde e inhumano. Haití es hoy uno de los países más pobres del planeta y el más pobre de América Latina, sin embargo, lejos de poder vislumbrarse una luz en pleno siglo XXI, los efectos del clima han agravado sus circunstancias.

Conforma junto a República Dominicana una de las mayores islas del Caribe Antillano y está justo en el camino de los huracanes, de modo que casi todos los fenómenos atmosféricos que se forman frente a las costas de África y que se desarrollan en el Mar Caribe le han afectado dañando sus cultivos e infraestructuras de importancia. En adición, en el 2010, un terremoto de alta intensidad devastó el país y la ya reducida economía, acompañada de sequías producto de un desmedido uso de la tierra que viene desde la colonia misma, han provocado que la economía del país este al borde del colapso.

La deuda actual de Haití asciende a 2.8 billones de dólares, lo cual, según cálculos consume el 33% del producto interno (PIB), pero uno de los grandes problemas de Haití lo constituye la corrupción de su clase política. Tal vez el mejor ejemplo para dimensionar el fenómeno social, lo constituye el problema del abastecimiento de combustible en la isla. En el 2006 Haití entró a formar parte del Programa de Solidaridad Venezolana Petrocaribe, el cual permitió abastecerlo con 60.000 barriles de petróleo diarios, cuyo costo se pagaría la mitad a un precio favorable y el resto con un interés del 1% a 25 años en efectivo o en productos del mercado haitiano. Sin embargo, el plan que intentaba ayudar permitiendo que el dinero que se ahorraba el país se reinvirtiera en infraestructuras y desarrollo agrícola, se encontró con dos circunstancias adversas. Por un lado se perdieron miles de millones en manos de la corrupción, mientras por el otro, el programa tuvo que ser descontinuado ante la crisis política y económica venezolana.

La suspensión de los envíos de petróleo desde Venezuela provocó una crisis que disparó los precios del combustible hasta un 50%, de modo que los subsidios que el gobierno de turno daba cuando el programa existía tuvieron que ser igualmente eliminados siguiendo exigencias del Fondo Monetario Internacional y del grupo de los veinte (G20), por lo que ahora había que poner la mirada en los Estados Unidos para conseguir nuevas fuentes con que suplir la demanda energética.

Si bien la isla solo produce el 0.02% de los gases de efecto invernadero del mundo, las presiones internacionales siguen haciendo mella en sus asuntos internos y hoy más que nunca se nota como el colonialismo, que algunos se dan en llamar neocolonialismo, que en realidad es lo mismo, sigue poniendo el pie en la débil soberanía haitiana. Los eventos actuales de protestas y alzamientos populares que llevan meses en las calles de Puerto Príncipe pidiendo que el actual presidente Jovenel Moise deje el cargo, sin que nada pase, sobre todo cuando se tiene a un potente aliado de su parte, como lo es el amigo del norte, no han ayudado a que la crisis energética y la escasez de alimentos pueda tener un respiro a corto plazo.

A la luz de estas circunstancias, este es el mejor momento para hacer cambios dramáticos en la isla que permitan dejar de depender del petróleo y girar hacia una economía cuya alternativa nazca directamente de los haitianos y no de la mano extranjera tan presente en su día a día, pero también es el tiempo ya de dejar de cobrarles por exigir la libertad de los negros tan anhelada en la historia de plantación extensiva esclavista que marcó la isla.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Nota Ciudadana
Caricatura: Provocaciones y escaladas

Caricatura: Provocaciones y escaladas

Nota Ciudadana
Caricatura: Siempre es mejor tener votos de más

Caricatura: Siempre es mejor tener votos de más

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--