El proyecto Balsillas de Tolu se promocionó como “el lugar que siempre soñó para vivir e invertir”, el primer conjunto cerrado de apartamentos en el Golfo de Morrosquillo . Se trataba de tres torres de 14 pisos con 56 apartamentos cada una, con parqueaderos privados y de visitantes con piscinas de adultos y niños y canchas múltiples para deportes, a escasos 800 metros del mar.
El lote de 30.000 metros cuadrados, con una excelente localización, habia sido aportado por Emiro Arázola, una persona reconocida en la región, quien además hizo las veces de promotor del proyecto y con sus valiosas tierras respaldó el proyecto. Balsillas de Tolú contaba también con el respaldo de la Fiduciaria del Banco de Colombia, que le dio el peso y la confianza a los inversionistas, muchos de los cuales incluso pagaron el valor total de los apartamentos. El proyecto logró el punto de equilibrio con la venta de 36 apartamentos, con lo cual pudo arrancar.
El Constructor Johny Fontalvo, propietario de la Constructora ACSA S.A.S obtuvo un ambicioso crédito, cercano a los $ 6000 millones por parte de Banco de Colombia, sin embargo se declaró en quiebra y desde finales del año pasado la obra se detuvo cuando solo faltaba un 15% para concluirla. Fontalvo es el representante legal de su sociedad cuya suplente es su hija Paula Fontalvo
Los compradores de la primera torre estrenarían apartamentos a más tardar a comienzos del 2016. Pero desde finales del año empezaron a ver los retrasos de la obra e incluso al final del año el propio constructor Johny Fontalvo envio una comunicación explicando que la obra estaba suspendida, a la espera de un nuevo inversionista que permitiera refinanciar el proyecto.
Los compradores mantenían la confianza en que la Fiduciaria del Banco de Colombia iba asegurar la continuación de la obra y que forzarían al constructor a cumplir con sus obligaciones. Pero no sucedió asi.
El pasado abril recibieron una descorazonadora carta de la Fiduciaria Bancolombia firmada por Maria Angélica Murillo, la jefe de la Sección de Negocios Inmobiliarios, con una decepcionante noticia: No habian plata. “Queremos manifestarle que dentro del Patrimonio Autónomo, no existen recursos dinerarios que permitan la devolución de los dineros por ustedes entregados con ocasión de la promesa de compraventa suscrita entre ustedes y la Sociedad CONSTRUCTORA ACSA SAS, y que hasta tanto dicha sociedad no aporte los recursos que permitan dicha devolución, no es posible la entrega a su favor de estos dineros, por lo cual es importante que conozcan esta situación”. Reconocen que la Sociedad Constructora Acsa le habia fallado a todos
Ha pasado un año desde que se detuvo la obra y sorprende que hasta el momento el Banco de Colombia no haya tomado acciones legales, pero según su comunicación oficial “están ultimando detalles para proceder al respectivo cobro jurídico”, como lo explica en su comunicación oficial:
El Grupo Bancolombia está vinculado al proyecto Balsillas de Tolú en dos frentes: con Bancolombia, como financiador, y con Fiduciaria Bancolombia, a través de un patrimonio autónomo.
En la financiación, es importante aclarar que el constructor, al que se le alcanzaron a desembolsar 5.939 de los 6.200 millones aprobados en el crédito constructor, quedó en mora; la obligación se venció el 26 de julio de 2015, fue prorrogado hasta agosto de 2016 y el constructor le quedó mal a la organización. Incluso, Bancolombia está ultimando detalles para proceder con el respectivo cobro jurídico.
Respecto al papel de Fiduciaria Bancolombia, la organización asegura haber cumplido con los términos de la fiducia y con la responsabilidad que le corresponde conforme lo establecido en el contrato fiduciario, procediendo a recaudar los dineros producto de las consignaciones efectuadas por los promitentes compradores, al igual que los recursos correspondientes al crédito referido, para posteriormente realizar desembolsos al constructor para la respectiva ejecución del proyecto previa verificación de los requisitos contractuales pactados. La organización aclara que el proyecto tiene un avance del 89% y que no se ha continuado con su desarrollo debido a falta de aporte de recursos por parte del constructor.
La consecución de recursos para terminar el proyecto es responsabilidad exclusiva del constructor.
Los grandes damnificados del proyecto por la Constructora Acsa SAS son los 35 compradores que depositaron en la fiducia los recursos para adquirir sus apartamentos –algunos los pagaron de contado- y al propietario del terreno Emiro Arrazola, mientras el constructor Johny Fontalvo se pavonea impune entre Barranquilla y Bogotá.
Tarjetas como las que muestra la gráfica se le entregaron a los compradores del proyecto Balsillas de Tolú para que consignaran en la cuenta del Patrimonio Autónomo los abonos cuotas.