Principios de enero, apartamento de Puerto Madero. Los tres futbolistas colombianos de Boca Juniors, Frank Fabra, Wilmar Barrios y Edwin Cardona, están esperando a Yonier Alexis Cuero Angulo, el vallecaucano que desde hace más de 10 años les corta el pelo a los jugadores del fútbol argentino. Lo acompañan tres mujeres. Lo que sucedió en ese momento siempre será motivo de especulación. Según Cinthia Jiménez, la primera que denunció los hechos, los jugadores les quitaron los celulares con brusquedad, les exigieron hacerles un baile sexy y las amenazaron con un cuchillo. Incluso la mujer aseguró a la prensa argentina que las agresiones le habían provocado un aborto. Ella estaba embarazada. Una de las pruebas que dijeron tener fue este audio en donde supuestamente Edwin Cardona las intenta sobornar para que se queden callada
Súbitamente la noticia pasó a un segundo plano. El abogado de Cardona en Argentina, Miguel Ángel Pierri, empezó a aparecer en medios a decir que se trataba todo de un fraude, de una manera desesperada que tenían estas mujeres para volverse famosas a costa de la reputación de los colombianos. Las mujeres dijeron en más de una ocasión que los hinchas de Boca las habían amenazado en la calle. Con los ídolos Xeneixes nadie podía meterse, si ellas hablaban estaban muertos. Dentro del club había Carlos Tévez, ídolo de Boca y compañero de Cardona, le preguntó en un entrenamiento si esto era cierto. El crack colombiano lo negó todo. A finales de febrero Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors, reunió a Wilmar Barrios, Frank Fabra y Edwin Cardona para advertirles: si volvía a ocurrir un escándalo los sacaría del equipo más popular de la Argentina.
Detrás del escándalo, pendiente desde su cuartel general en Buenos Aires, estaba Pékerman tomando nota. Se sabe que el director técnico nacido en Argentina es estricto a rajatabla. Por un probable problema disciplinario habría salido adportas del mundial de Brasil Luis Fernando Muriel. Por lo mismo había sido borrado durante las últimas convocatorias Teófilo Gutierrez, uno de los consentidos del técnico argentino. Aunque fue perdonado por Angelici, Pékerman desconfiaba. Además ya estaba harto del volante colombiano.
La fractura empezó unos meses atrás, el 9 de noviembre del 2017. En el Suwon World Cup Stadium de Seúl Colombia jugaba un partido amistoso con Corea del Sur. Se jugaba el minuto 63, Colombia perdía dos goles a cero y, en un rifirrafe Edwin Cardona se acercó y le hizo este gesto a un coreano.
Los coreanos no podían creerlo. Nadie, en su casa, los había tratado de una manera tan despectiva. Pékerman, en el camerino, le cantó la tabla. Un mes después la FIFA haría justicia: el 12 de diciembre le cayó a Cardona una suspensión de cinco partidos amistosos por gesto racista. Al enterarse Pekerman supo que no contaría con el antioqueño para los cuatro partidos de preparación que jugaría la selección antes del mundial. El pulgar quedaba abajo.
Cardona a sus 25 años ha sido protagonista de varios gestos de indisciplina. Por problemas de sobrepeso no se pudo consolidar en Santa Fé y en el Monterrey de México también habría cometido actos pocos profesionales. Cardona estuvo incluído en la prelista de 35 jugadores que quedarían separados para ir al mundial. Sin embargo, quedó por fuera a pesar de ser una de las figuras de Boca Juniors y que muchos de sus goles fueron vitales en la eliminatoria para clasificar al mundial a la Selección. Su lugar lo ocupó Quintero, el brillante volante de River Plate. Cardona, por su indisciplina, verá el mundial de Rusia por televisión.
