Davinson es tal vez el mejor jugador colombiano en Europa. Su despliegue físico ha sido vital en el Tottenham, equipo del que hoy es titular indiscutido. Sin embargo su buena estrella parece haberse apagado. Hoy, en el partido más importante de la temporada para el Tottenham, el colombiano estuvo comprometido en los dos goles con los que su equipo perdió increíblemente, en los últimos minutos, la clasificación en Octavos de final a manos de la Juve. Higuaín lo superó en toda la serie, siempre quebrándolo, intimidándolo. Hoy, además de lo lento que se le vio, cometió la estupidez de agredir, en plena adición, a Dybala, lo que ocasionó que se desperdiciara buena parte de los tres minutos que habían dado de adición.
Preocupa el nivel de los defensas colombianos. Yerry Mina jugó hoy la final de la Copa de Barcelona, una copa menor, casi una copita que siempre le gana el Barcelona al Bayern. Muchos dicen que era mejor que hubiera aguantado este año en el Palmeiras, donde era titular y figura, para que llegara con ritmo de competencia. A mi, la verdad, no me parece. Es mejor uno marcar en entrenamientos a Messi, Iniesta, o Suarez que a los jugadores de la liga brasilera. Preocupa es que su adaptación no haya sido tan rápido como se esperaba. Lo de Cristian Zapata en el Milán va todavía peor, no juega nunca en Liga y sabemos que es del riñón de Pekerman y que lo va a llamar casi fijo.
Y preocupa lo de Davinson Sánchez. No sé si después de su debacle en octavos de final en Champions ponga en riesgo la titularidad en su equipo. Pochetino es estricto. Ojalá que no. Pero los delanteros de la Juve le dieron un baile tremendo y a mi Davinson empezó a generarme dudas. Muchas dudas.