Los clubes de natación Delfines, Acuario, Neptuno y Los Pontones; las veedurías ciudadanas, veedores del deporte, los escenarios, plazas y parques y Centinela de la Recreación y el Deporte (CENRED); la junta de acción comunal de la localidad Norte Centro Histórico, el presidente de la Federación Distrital de Asociaciones de Juntas de Acción comunal de Barranquilla, padres de familia y deportistas, se permiten comunicar a la opinión pública lo siguiente:
1. A un mes de finalizados los Juegos Centroamericanos y del Caribe los nadadores no cuentan con un espacio para realizar sus prácticas y su preparación física, encaminadas a mejorar su desempeño y así poder representar dignamente a nuestro departamento en las próximas competencias nacionales e internacionales.
La Universidad del Atlántico (donde se venían realizando los entrenamientos, debido a la construcción del nuevo complejo acuático) dio por terminado el convenio con la Liga de Natación del Atlántico, y los deportistas tienen más de un mes de paro forzado. Es por lo anterior que el ingreso de los nadadores al complejo acuático para sus entrenamientos diarios es prioritario y urgente. En estos momentos los clubes cuentan con un total de 126 nadadores en las categorías infantil, juvenil y mayores, todos dignos representantes de la natación de Barranquilla y el departamento del Atlántico.
2. Rechazar el manejo elitista que se le pretende dar al complejo acuático, manifestado por el señor Eduardo Movilla (vicepresidente de la Liga de Natación), quien en contravía con los deseos del alcalde Alejandro Char de masificar la práctica deportiva en la última tertulia del diario El Heraldo propuso un manejo clasista del deporte, al afirmar que la natación solo debía ser practicada en los colegios y clubes del norte de la ciudad, y el complejo acuático se debía destinar, exclusivamente, para realizar competencias de orden nacional e internacional.
Con esta posición clasista el señor Movilla pretende desconocer todo un historial glorioso de la natación del Atlántico, protagonizado por deportistas del sur de la ciudad. Basta con mencionar a Julio Galofre Montes, único nadador del departamento que ha representado a Colombia en unos juegos olímpicos, orgullosamente nacido y criado en el barrio el Lucero de Barranquilla. También se han destacado, y han llenado de gloria a nuestra ciudad Esnaider Reales Arrieta, Andrés Pertúz Mejía , Cardenio Fernández Urueta, Ricardo Mena, Martín Suárez, y tantos otros nadadores insignes, imposibles de enumerar en este breve espacio.
3. Proponemos que los jóvenes y niños de todos los barrios de Barranquilla tengan acceso a programas de formación deportiva, patrocinados por el distrito, mancomunados con las juntas de acción comunal, las juntas administradoras locales y los alcaldes menores de las cinco localidades de Barranquilla, a fin de masificar la práctica de la natación, lo que nos puede llevar a descubrir futuros talentos que nos representen en certámenes nacionales e internacionales.
4. Rechazar el nombre que de manera unilateral, inconsulta y arbitraria se le dio al complejo acuático, desconociendo los grandes méritos de Julio Galofre Montes, nadador insigne, gloria de la natación del Atlántico, deportista modelo, caballero a carta cabal y ejemplo para futuras generaciones.
Exigimos el retiro de los avisos y las placas donde se le da nombre al escenario, y se acoja la sentencia del juzgado Tercero Administrativo que a falta de una resolución o acto administrativo que designe el nombre del escenario dice que este debe permanecer anónimo hasta que se cumplan los trámites de rigor, establecidos por el decreto 2759 de noviembre 14 1997.
5. Exigimos que el manejo del escenario sea asumido por Secretaría Distrital de Deportes o una dependencia que bajo su supervisión se encargue de mantener en óptimas condiciones este maravilloso escenario construido a un costo de más de 20 mil millones de pesos. Bajo ninguna circunstancia, la administración del complejo acuático puede volver a manos de la Liga de Natación ni ninguno de sus directivos, ya que su razón de ser, al momento de constituirse, nunca ha sido la de administrar escenarios. Además, esta carece del músculo financiero y administrativo para hacerse cargo de la gerencia de un recinto de esta categoría.
Todavía está presente en la memoria de todos nadadores la pésima administración y el deplorable estado en que se encontraba la antigua piscina olímpica, cuando, por más de 20 años, estuvo en manos de la Liga de Natación del Atlántico. No queremos que una deficiente administración traiga como consecuencia el deterioro prematuro de estas hermosas instalaciones, lo que conllevaría, en poco tiempo, a la necesidad de nuevas inversiones millonarias por parte del Estado.
