Camilo Fidel Pinzón Gómez, sabía muy bien que enamorando a Liliana Laserna, la hija de Mario Laserna, el fundador de Los Andes, tendría su vida asegurada. Una mujer millonaria, desequilibrada mentalmente y con una hija autista a cuestas eran una ruta fácil para conseguir lo que quería: dinero.
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El plan que llevó a cabo Camilo Pinzón fue el de separar a Liliana de su hija Jesseca Helene para ir quitando del medio los impedimentos para hacerse con parte de la fortuna de los Laserna, una de las familias más poderosas del país.
Camilo Fidel, un técnico electrónico, aprovechó la condición psicológica de su pareja y con engaños logró convencerla para pagarse un costoso y secreto tratamiento médico para curar el autismo de su nueva hijastra Jesseca Helene Laserna, quien en 2014 tenía tan solo 16 años.
Según lo se lo dijo Pinzón a Liliana, él llevaría a Jesseca Helene hasta Chile para ponerla en manos de doctores europeos dentro de un proyecto que financiaba la Fundación Bill Gates. Liliana le creyó. La confianza le costó no volver a ver nunca más a su hija.
Desde el mismo instante en que Pinzón se llevó a la niña la encerró en una humilde casa en Mosquera, Cundinamarca, bajo el amparo de su hermana Claudia Patricia Pinzón Gómez, quien también fue sumada al proceso judicial por la desaparición de la menor.
Durante los dos años que la niña estuvo secuestrada, antes de ser asesinada en 2016, el técnico eléctrico le pidió grandes sumas de dinero a su mujer, supuestamente para cubrir los costos del tratamiento médico, dinero que ella le entregaba sin hacer muchas preguntas.
Liliana volvió a ver a su hija, dos años después, muerta dentro de su propia finca en Sesquilé, a donde Pinzón Gómez la llevó en el baúl de uno de sus carros. La versión que el técnico le entregó a su esposa, 20 años mayor que él, sobre el fallecimiento de Jesseca Helene, también lo creyó la hija de los Laserna.
El hombre le dijo a la mujer que su hija había muerto en medio del procedimiento médico al que la habían sometido en Chile y que para traerla en el avión la habían hecho pasar como desmayada. En noviembre de 2016 Camilo y Liliana tomaron la decisión de quemar el cuerpo de Jesseca Helene y votar los restos incinerados a un río cercano.
Tras la muerte de la niña Liliana cambió su testamento y puso como su heredero a su esposo, quien al parecer infructuosamente intentó asesinarla en varias oportunidades para quedarse con todo su dinero.
Fue Dorotea Laserna, hermana de Liliana, quien al enterarse de la extraña muerte de su sobrina denunció el caso. Después de la investigación, que inició en 2019, Liliana, Camilo y Claudia Patricia fueron culpados de desaparición forzada y puestos tras las rejas. No los pudieron culpar de homicidio porque el cadáver nunca se encontró y según la ley sin cuerpo no hay delito. Camilo Fidel acaba de ser condenado en ausencia a 46 años de cárcel por la desaparición forzada de la niña
Liliana fue dejada en libertad porque se determinó que siempre fue engañada y manipulada por su pareja. Camilo y su hermana fueron dejado en libertad en abril de este 2022 por vencimientos de términos. Dicen que él huyó para Ecuador donde lo busca la Interpol para que responda por el crimen por uno de los miembros de esta influyente familia, los Laserna cuyo patriarca Mario fue el fundador de la Universidad de Los Andes el 16 de noviembre de 1948 y su nieta Paloma Valencia, una de las voces que más pesan en el Senado de Colombia.