Los educados
Opinión

Los educados

Por:
julio 09, 2014
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

Después del fallo de la Corte Suprema de Justicia contra Andrés Felipe Arias, La Silla Vacía, Semana y El Espectador decidieron, en su calidad de administradores soberanos e inmaculados de la justicia en Colombia, que el exministro de Uribe era una víctima de Estado.

Según estos medios, la condena contra Arias no solo era injusta, sino que enviaba un pésimo mensaje al país, pues básicamente desestimulaba a las personas decentes, bien preparadas y talentosas atrabajar en el sector público.

No creo que merezca análisis la reiterada costumbre de los medios de comunicación colombianos a creerse la conciencia moral del pueblo con su justicia de telenovela. Tampoco quiero profundizar en el modo en que tal ataque mediático implica una presión política sobre los jueces y abona el terreno para una eventual evasión de Arias pues, a fin de cuentas, si para todos estos medios de comunicación el exministro es víctima de un juego político, es precisamente porque ellos también tienen unos intereses sobre los que prefiero no especular.

Me gustaría resaltar, en cambio, un curioso argumento compartido entre estos medios para justificar su malestar por la condena a Arias. Según ellos, la condena envía un “mal mensaje” al país y, particularmente, a las personas que tienen vocación de trabajar para el sector público.

Dice La Silla Vacía, que la detención de Arias“y ahora su condena, se convierten en un fuerte desincentivo para los profesionales más preparados que sueñan con dedicar su carrera a lo público” y que hace “pensar dos veces a jóvenes educados si vale la pena entrar al sector público”.

Es muy curioso el modo en que La Silla usa las expresiones “más preparados” y “educados”, al mismo tiempo en que insiste en mostrar Arias como un académico casi genial. Queda la sensación de que el exministro es el icono del funcionario diáfano que pudo tener una maravillosa carrera en el sector privado pero que, desafortunadamente, cayó en desgracia por cuenta de la sucia política que impera en el Estado.

Valdría la pena preguntarle a La Silla si es que acaso las personas “educadas” no cometen errores ¿Basta con tener un buen currículo para desempeñarse bien en un cargo? ¿El solo hecho de tener estudios de doctorado hace que una persona actúe ética y responsablemente?¿Es que acaso los PhD no delinquen?

Si el objetivo de los medios es inducirnos a pensar que el supuesto perfil de académico brillante de Arias lo exime de cometer errores técnicos, administrativos y políticos, tal vez deberían darnos ejemplos de sus acciones bondadosas como ministro, pero no creo que señalar cuántos cartones ostenta en su oficina lo convierta en un buen funcionario y, menos aún, en una buena persona.

Por otra parte, valdría la pena preguntar por qué el hecho de que Arias sea condenado se debe convertir en un signo de alarma para todas las personas “educadas” de Colombia  ¿Es que acaso quienes tuvimos el privilegio de la educación superior debemos tener en Uribito un modelo de acción moral? ¿Los fracasos de Arias en el sector público son los fracasos de una generación de “jóvenes profesionales” como pretende La Silla Vacía?

Los medios tienen todo el derecho a defender al ministro de Uribe, pero insulta el modo en que pretenden convertirlo en víctima de un sistema injusto y en ejemplo para los ciudadanos. Si a La Silla no le gusta que Arias vaya a la cárcel bien puede criticar a la Corte Suprema de Justicia, pero deslegitimar el sistema de justicia porque con sus acciones desmotiva a los ciudadanos talentosos a hacer patria, es francamente ofensivo e injusto con miles de servidores que, sin ser “genios” como Andrés Felipe, encuentran digno trabajar en el sector público.

Tal vez los medios de comunicación, como adalides morales del país, crean que solo las personas “poco educadas” usarían el sector público como plataforma para ser presidentes o congraciarse con algunas familias millonarias, pero estoy seguro de que en Colombia hay muchos funcionarios públicos que, de repente, no son tan educados como Andrés Felipe Arias, pero se sienten orgullosos de trabajar en el sector público.

Para muchas personas, no es necesario ser “educado” para vivir con mayor satisfacción la idea de trabajar por hacer un mejor país, que el trabajo diario de reportarle ganancias a una Junta Directiva. Pero para La Silla Vacía parece que sin gente educada como Andrés Felipe Arias, el país está perdiendo la oportunidad de ser mejor.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0

Néstor y el ministro

La paz no necesita marketing sino cojones

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--