A partir del primero de febrero este año, luego de largas disputas judiciales el Ministerio de Minas y Energía le entregó la prelación en la distribución mayorista de combustibles líquidos para el departamento de Nariño a la planta de abastecimiento Petrodecol, ubicada al interior de la Sociedad Portuaria Regional Tumaco Pacific, y propiedad de los antioqueños Juan David Marulanda Cuartas y Harry Kahn Lerner, entre otros. La empresa que tiene como objetivo importar, exportar, almacenar, refinar y distribuir hidrocarburos, atraviesa un mal momento y acaba de ser aceptada en Ley de reorganización por la Superintendencia de Sociedades.
Petróleos y Derivados de Colombia – Petrodecol, la dueña de 205 gasolineras, fue creada en diciembre de 2016 por Andrés Tarquino, su actual director junto con Luis Ernesto Chaves Martinez, ex gobernador de Nariño, quién fuera también presidente de la junta directiva de la Comercio de Nariño, época en la que impulsó la ley de frontera que rige los precios diferenciales de los combustibles, más su actual gerente financiero Juan David Marulanda Cuartas y Harry Kahn Lerner a través de C.I. TerraBunkering.
El negocio de la distribución de gasolina de Petrodecol está ligada a la historia última de la Sociedad Portuaria de Tumaco, comparten los mismos socios que además tienen la particularidad de no ser nariñenses sino antioqueños.
Petrodecol es filial de Sociedad Portuaria Tumaco Pacific Port, que tiene 6 mil metros cuadrados de bodegas de almacenamiento, 3 mil metros de patios de carga general y 33 mil metros cuadrados totales del puerto a disposición de los operadores de carga. En este puerto se mueve la carga de diferentes productos como: aceite vegetal, cacao, arroz, coco, papa, hortalizas, entre otros víveres y abarrotes para consumo interno de la región, también se reciben hidrocarburos como gasolina, diésel, alcohol, cargas de fertilizantes y cereales entre otros.
En 1994, el puerto de Tumaco que era administrado desde 1948 por Colpuertos, fue concesionando a la Sociedad Portuaria Regional de Tumaco por 20 años y prorrogado hasta 2017, momento en que se liquidó la Sociedad Portuaria Regional de Tumaco para dar paso a una concesión por 30 años entregada por la Agencia Nacional de Infraestructura a la Sociedad Portuaria Tumaco Pacific Port en agosto de 2017.
Dos años antes, en 2015, Petrodecol había celebrado un acuerdo con la Sociedad Portuaria Regional para desarrollar la Fase I de su proyecto de almacenamiento y distribución de combustibles líquidos. Posteriormente, pasó a ser una filial de Tumaco Pacific Port.
El presidente del Puerto de Tumaco es Harry Kahn Lerner, quién ingresó como socio de la Sociedad Portuaria Regional Tumaco Pacific Port S.A en 2016 cuando optaron por obtener de la Agencia Nacional de Infraestructura la concesión del puerto en Tumaco. Como miembros principales de la junta directiva de Tumaco Pacific Port, están Juan David Marulanda Cuartas y Harry Kahn Lerner, como suplentes figuran su hermano Fredy Kahn Lerner y el nariñense Luis Ernesto Chaves Martinez, quien también es socio de Petrodecol.
La pelea que ganaron para conservar la distribución de gasolina
La llegada de Petrodecol a Nariño estuvo cargada de disputas, su distribución mayorista en el departamento duró más de seis años en realizarse, puesto que incluía un cambio de modelo de cómo llegarían los combustibles al departamento. La propuesta de traer la gasolina por barco desde Reficar en Cartagena, a través del canal de Panamá y almacenarla en el puerto de Tumaco, se le ocurrió a un grupo de empresarios que identificaron esta posibilidad para dejar de depender de la llegada del combustible por carretera desde Yumbo, y desde Tumaco distribuirla por vía terrestre a todo el departamento.
La logística del abastecimiento de combustibles hacia Nariño, antes de la construcción de la planta de Tumaco, iniciaba en la refinería de Barrancabermeja con el transporte del combustible vía poliducto. Este producto se entregaba en las plantas de abastecimiento de 5 mayoristas ubicadas en el municipio de Yumbo, Valle del Cauca, y, una vez ahí, se transportaba hacia las estaciones de servicio de los diferentes municipios de Nariño, puesto que nunca se cumplió la promesa que se le había hecho al departamento de la construcción de un oleoducto hasta Pasto.
Uno de los objetivos al construir la planta de abastos de combustibles en Tumaco era dejar depender de la gasolina que llega por carretera desde Yumbo, objeto de bloqueos y cierres por deslizamientos. La propuesta no fue bien recibida por cinco compañías que despachaban por vía terrestre desde Yumbo hasta Nariño el combustible, Terpel, Exxon Mobil, Chevron-Texaco, Biomax y Petromil.
El primer argumento que expusieron es que la planta de Petrodecol no tiene la capacidad para abastecer y garantizar la confiabilidad que se requiere. Sin embargo, Petrodecol indicó que estaban desplegando la operación logística que les permita cumplir con sus obligaciones. En el departamento se consumen cerca de 400.000 galones de combustibles diariamente, de los que 65% son de gasolina y 35% de diésel.
El segundo argumento, es que el departamento de Nariño por ser fronterizo, tiene desde hace muchos años dos beneficios tributarios, el de no pagar impuestos nacionales (IVA, global y arancel) y el subsidio del transporte de Yumbo a Pasto, al eliminar este último, la gasolina llegaría más cara a las estaciones minoristas, puesto que el subsidio o compensación que le paga el gobierno a los carrotanques que transportan la gasolina desde Yumbo bajaría de 411 a 280 pesos por galón porque entre Tumaco y Pasto hay 276 kilómetros de distancia, frente a los 423 entre Yumbo y la capital nariñense. Aunque el gerente de Prodecol, Tarquino indicó que, si bien la compensación será menor, los transportadores terminarán ahorrando porque en ese trayecto hay un solo peaje, mientras que desde Yumbo hay cuatro.
Y el tercer argumento, era la creación de un monopolio del transporte de gasolina en Nariño, al incluir la Dirección de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía en 2017 a Petrodecol en primer lugar de prelación en el plan de abastecimiento y en contingencias desde la planta de Zeuss Petroleum ubicada en Cartago, Valle del Cauca.
La situación se volvió tan complicada, que el año pasado la Superintendencia de Industria y Comercio - SIC formuló inició una investigación contra la Asociación de Distribuidores Minoristas de Combustible y Derivados del Petróleo de Nariño - Adiconar, y los distribuidores Organización Terpel, Chevron Petroleum Company, Biomax Combustibles y Primax de Colombia y 46 distribuidores minoristas de combustible por, presuntamente, impedir la libre competencia en Nariño.
En el pliego de cargos, la SIC explicó que las organizaciones investigadas habrían impedido, mediante acciones judiciales y administrativas, el ingreso de nuevos distribuidores mayoristas a Nariño. Esas acciones incluyen recursos ante el Ministerio de Minas y Energía, acciones de tutela y populares y demandas ante jueces de lo contencioso administrativo.
La salida victoriosa de Prodecol le permitía a su vez distribuir gasolina a todos los municipios de Nariño, en la actualidad posee el mayor número de estaciones de servicio en el departamento, 205 de las 703 existentes. El departamento con más gasolineras del país por la demanda del negocio de la coca, según lo expresado por el propio ministro de hacienda Ricardo Bonilla.
Sin embargo, después de esta dura pelea de la que salió victoriosa los números no le han favorecido a la compañía que a comienzos de este año cesó pagos y poseía obligaciones vencidas de más de noventa días que ascienden a $ 103.179,4 millones, por lo que solicitó ser admitido en proceso de reorganización a Superintendencia de Sociedades, estado en que se encuentra desde enero 24 de 2024. Y ante el no cumplimiento con la entrega de combustibles, el Ministerio de Minas y Energía se vio obligado a activar el segundo orden de prelación que son las plantas de Yumbo.
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