En los primeros torneos que agarra el equipo sus jugadores vuelan. Después se apagan. El origen de este descenso del rendimiento tiene que ver con el mal carácter del Pecoso. Es difícil aguantarse durante un año entero a un señor gritando todo el tiempo, regañando a los jugadores.
Según el periodista de RCN Henry "El Bocha" Jiménez, dos veteranos del Bucaramanga (Yulian Anchico –quien en Santa Fe tenía fama de problemático— y Johnatan Estrada) habrían sido los líderes que se le pararon en la cancha al pecoso. Por eso los resultados no fueron los esperados y eso que el equipo había tenido un muy buen torneo pasado, clasificando a octavos de final del torneo.
En esta presente edición de 5 partidos jugados tan solo ha empatado un partido ocupando la penúltima casilla. La derrota contra el Huila en su estadio acabó con la paciencia de los directivos quienes desde ya se están contactando con el argentino Omar Labruna quien ya dirigió al Cali.
Este también es un llamado de atención al Pecoso, quien está cerca de cumplir 70 años, que nada que aprende que a punta de madrazos desmorona la moral de un equipo. Esto va en contra de él y de sus equipos. Lástima porque cuando se inspira llega a ser un excelente motivador lo es. En Bucaramanga estamos preocupados, el fantasma del descenso vuelve a azotar con fuerza