Los Jordis, grandes agitadores de la independencia de Cataluña, que terminaron en la cárcel

Los Jordis, grandes agitadores de la independencia de Cataluña, que terminaron en la cárcel

Jordi Sánchez y Jordi Cuixat, líderes de ANC y Óminum llevaron a las calles su sueño de la independencia de Cataluña, que bien pudiera terminar en pesadilla

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noviembre 03, 2017
Los Jordis, grandes agitadores de la independencia de Cataluña, que terminaron en la cárcel

La más intensa jornada política que se recuerde en lo corrido de este siglo se vivió en España el pasado jueves 26 de octubre en medio de rumores que in crescendo se suscitaban entre Madrid y Barcelona con el Senado y el Parlament reunidos en las dos capitales, con multitudes catalanas que enarbolando banderas hacían eco con frustración o algarabía a las noticias trasmitidas por un enjambre de periodistas nacionales e internacionales mientras el pulso entre dos radicales, Mariano Rajoy y Carles Puigdemont materializaba el caos. El president de la Generalitat tenía entre sus manos la declaración unilateral de la independencia de Cataluña o convocar elecciones para evitar la aplicación del amenazante artículo 155. El resultado es bien conocido: Puigdemont optó por pasar la pelota al Parlament y abortar la idea de las elecciones que en ese momento y aún ahora, parecían cruciales. Había desistido al conocer que sus condiciones no serían cumplidas, entre ellas su inmunidad y la excarcelación de dos íconos del independentismo, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.

Los Jordis, como coloquialmente los llaman los catalanes, son los líderes de Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Óminum Cultural, los grandes artífices del procés.  Saltaron a la palestra internacional el 16 de octubre cuando la jueza Carmen Lamela los envió a la cárcel acusados de sedición como responsables de las concentraciones del 20 y 21 de septiembre ante la Consejería de Economía de la Generalitat para protestar contra la detención de once altos cargos, arrestados por su participación en la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre, el que fue la génesis de la declaración de independencia y la nueva república catalana votada finalmente el 28 de octubre por el Parlament sin la participación del PP, Psoe y Ciudadanos.

El salto a los grandes titulares de Europa no dejó atrás la pregunta de quiénes son los Jordis, los agitadores de las grandes concentraciones, los que están detrás del movimiento independentista.

 

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Jordi Sánchez (dr) y Jordi Cuixat llegan a la Audiencia Nacional citados por la jueza Carmen Lamela

 

Jordi Cuixat i Navarro nacido en la muy popular Santa Perpètua de Barcelona, está lejos de tener el perfil del Óminum Cultural, que en 1961, en pleno franquismo, fue creado para defender la lengua y la cultura catalana por las familias emblemáticas de la burguesía barcelonesa. Lluís Carulla –fundador de Gallina Blanca, un apellido conocido en Colombia tanto en el comercio como la cultura–, Joan Baptista Cendrós –creador del popular aftershave Floïd y abuelo de David Madí, asesor en la sombra de Puigdemont–, Fèlix Millet –el padre del saqueador confeso del Palau–, Pau Riera y Joan Vallvé. Todos emparentados con hombres que han ejercido el poder en Cataluña durante décadas.

Cuixat, que tiene un hijo de cinco meses, no comparte los ilustres apellidos de los empresarios y mecenas de Óminum —su padre es un obrero de Badalona, su madre una carnicera de Murcia—  pero como ellos, también es empresario, aunque no dirige una gran industria sino la pyme que fundó en 2003, cuando tenía 29 años no había terminado sus estudios secundarios y, según dice El Nacional, había sido remiso del Ejército.  La pequeña empresa es una industria de maquinaria para envasar, Aranow Packaging Machinery, que factura 7,2 millones de euros, que tiene el 95 % de su negocio fuera de España, y de la que él cobra un sueldo de 125.000 euros anuales, pero que está hace seis meses a nombre de un testaferro, según reveló recientemente OK Diario.

Jordi Cuixat, que vive en Sabadell, ingresó en Òmnium en 1996 movido por su catalanismo. Pero el ascenso a la primera línea del panorama político catalán no se produjo hasta hace dos años cuando la empresa cultural se fue involucrando cada vez más en la política. Una política que hoy hace sin ayudas públicas pero que sí tuvo en el pasado, y fueron fundamentales para su crecimiento.  Las últimas cuentas dadas a conocer, las del 2015, señalan que los ingresos superan los cinco millones de euros y que los 55 empleados cuestan 1,4 millones.

Cuixat llegó a la cúspide tomando el relevo de una activista emblemática del independentismo, Muriel Casals, quien falleció en un trágico accidente arrollada por una bicicleta. Desde ese 2015, el “empresario de izquierdas”, como el mismo se define, se puso al frente Ómnium  —uno de cuyos socios es Pep Guardiola, exentrenador del Barcelona— y desde allí empezó a construir una de las principales plataformas de agitación independentista, que había comenzado a gestarse en el 2010, cuando el Tribunal Constitucional recortó el estatuto de autonomía. Hoy Cuixat hace parte del llamado 'estado mayor' del movimiento soberanista que reúne al sanedrín de Carles Puigdemont, del que hacen parte entre otros el expresident Artur Mas, su asesor Davi Madí, y el otro Jordi, el líder de la ANC.

 

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El president de la Generalitat Carles Puigdemont dialoga con Jordi Sánchez, director de ANC

 

Jordi Sánchez Pincanyol es un agitador profesional, un luchador sin pausa. Lleva más de tres décadas insistiendo en la independencia de Cataluña desde la arena política y desde las calles, donde se mueve como pez en el agua. Es un experto en movilizaciones, en agitación, en irreverencia al Estado y en escenografía independentista.

Lidera la organización de 80.000 miembros estratégicamente repartidos por el territorio y organizados en pequeñas asambleas. Es además, profesor universitario y analista mediático.

Su imagen está en la mente de varias generaciones de catalanes, que no olvidan desde los años 80, al jovencísimo Sànchez, que con Àngel Colom, dirigía La Crida a la Solidaritat en Defensa de la Llengua, la Cultura i la Nació Catalanes, esa que llenó el Camp Nou bajo el lema Som una Nació, esa misma que robó la bandera española que ondeaba en lo alto de la fachada del Palau de la Generalitat y se la entregó a los Mossos -policía catalana- ante la presencia de los medios, esa misma que acabaría siendo triturada por la maquinaria de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) de Jordi Pujol.

Hoy nadie duda que la Crida fue cuna del movimiento independentista Desde ella salió Sánchez para unirse a los comunistas de Iniciativa per Cataluyna Verds, y desde entonces se hizo licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Autónoma de Barcelona, consejero de la Corporación Catalana de Radio y Televisión, director de la Fundación Jaume Bofill, creada para transformar la educación de Cataluña, mientras fungía como analista en los medios de comunicación catalanes.

Como el otro Jordi, el Cuixat, Sánchez encontró su sitio en la política el 16 de mayo del 2015 cuando llegó a la presidencia de la ANC, al ser escogido por los miembros del secretariado, reunidos en la sala de Sant Vicenç del castillo de Cardona por amplia mayoría, a pesar de que no había sido el candidato más votado por los socios de la entidad, que fue la editora de origen estadounidense Liz Castro.​ Sin embargo, era considerado una persona de consenso y tenía el apoyo de la dirección saliente.

Y tomó el relevo de otra mujer. Carmen Forcadell, la polémica presidenta del hoy destituido Parlament, que el 9 de noviembre deberá responder ante la justicia española por la votación sobre la independencia catalana. Sánchez, que cumplió 53 años el recordado 1-O, obtiene sus ingresos por la asistencia a foros universitarios por los que cobra 50 000 euros, mientras ANC obtiene los suyos de la venta de objetos propagandísticos con los que espera reunir 1,9 millones de euros este año.

Sin ANC ni Ómnium el movimiento soberanista no hubiera llegado hasta lo que es hoy. Analista políticos y la gente del común coinciden en que el arraigo popular ha estado por encima de los tres partidos independentistas: el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) de centro-derecha y europeísta, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), progresista como su nombre lo indica, socios de PDeCAT en el gobierno, y Candidatura de Unidad Popular (CUP), de izquierda radical y antieuropeísta.

Los Jordis, que sacaron a las calles en enormes manifestaciones al movimiento independientista, viven hoy desde la cárcel de Soto del Real a 40 kilómetros de Madrid, la posdeclaratoria de independencia con la aplicación del 155, el govern destituido, a Puigdemont, desde el exterior, evitando ir a prisión “por falta de garantías”, y a todos los catalanes esperando las elecciones convocadas por Rajoy para el 21 de diciembre. Ellos, antes de ser arrestados dejaron su testimonio en estos videos.

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