Los abogados Jhon Olmos y Marino Moreno se presentaron en la audiencia de control de garantías que se adelantó contra los patrulleros Harby Rodríguez y Juan Camilo Lloreda, como defensores de los patrulleros que trasladaron violentamente a Javier Ordóñez al CAI de Villa Luz, donde perdió la vida.
Los penalistas alegaron que la muerte de Ordóñez fue causa de los golpes que este mismo se habría propinado al interior del CAI en un alto estado de embriaguez, versiones que contradice el informe de necropsia revelado por Medicina Legal en el que se establece que la causa de la muerte de taxista y estudiante de derecho se habría desangrado por una hemorragia interna por causa del estallido del riñón, provocada por fuertes golpes.
Aunque la necropsia es contundente y da cuenta de múltiples contusiones, laceraciones y varios traumas en diferentes partes de cuerpo, los patrulleros no aceptaron la culpa. Sus abogados pidieron libertad pero la juez la negó y fueron enviados a la cárcel para policías en Facatativá.