El presidente electo llegó a la tarima, triunfador, acompañado de su familia inmediata, todos estrenando pintas. A su esposa Verónica Alcocer le interesa la moda y así lo mostró en sus seis meses de campaña en los que recorrió el país mostrando diseños hechos por manos colombianas.
Su hija Sofía tampoco es ajena a la construcción de un estilo propio y se tomó el tiempo en Instagram buscando el atuendo de la celebración, como lo había hecho en la foto para la consulta y la primera vuelta presidencial. La pequeña Antonella también vistió con ropa bien pensada. Era momento de celebración.
Gustavo Petro empezó a usar trajes enteros con camisas blancas, desde los debates presidenciales y muy especialmente el de Caracol donde hubo una producción que incluía el atuendo de los candidatos: todos de vestido. La noche del triunfo no sería distinta y se presentó con un vestido oscuro hecho a la medida, con camisa blanca de cuello rígido, y muy seguramente con zapatos italianos de marca Ferragamo, su marca predilecta.
El interés de Verónica Alcocer por el trabajo artesanal se hizo presente nuevamente. Escogió un poncho tejido en telar vertical fabricado en Pasto y firmado por la diseñadora Adriana Santacruz. La prenda la combinó de forma sobria con una camisa negra y una medalla de la virgen, como único accesorio.
Verónica con su vestuario fue una vez más un apoyo al diseño nacional. Por eso, elegir a Adriana Santacruz habla de su necesidad por rescatar lo artesanal, así como las técnicas ancestrales con las que se realizan cada una de estas prendas, las cuales son elaboradas por diferentes comunidades indígenas de la región.
Y es que la futura dama se ha puesto en la tarea de buscar diseñadores que potencien lo autóctono como el duo paisa de Alado, de quienes Verónica usó una capa tejida de su más reciente colección Guajira. “Me he comprometido a promover la artesanía y moda colombiana”, trinó Alcocer en su cuenta de Twitter hace algunos días.
A sus 20 años Sofía Petro se convirtió durante la campaña en personaje con personalidad propia. Desde su cuenta de Instagram convocó a diseñadores y dueñas de tiendas de moda para que le hicieran propuestas de camisetas. Así fue como escogió una camiseta roja ilustrada con el rostro de Marielle Franco de la marca feminista Bien Tesas que conjugó con un pantalón de la fundación Amor Real, una asociación que trabaja con sectores vulnerables.
Para recibir los resultados de la primera vuelta Sofía escogió un crop top de flores tejidas por una familia de la etnia Emberacatío (desplazados de los territorios de Risaralda). Sin embargo, la prenda que superó el $ 1 millón se convirtió en la perla de la discordia para los detractores de Gustavo Petro, quienes le cobraron las posiciones políticas suyas y de su papá.
La prenda de fundación Amor Real está hecha de forma manual, trabajo que conlleva varios días de producción, lo que le añade un valor especial. Aun así, Sofía no se rindió y reivindicó su mensaje usando de nuevo prendas de esta fundación para celebrar el triunfo de su papá.
En cuanto a la pequeña Antonella, vistió un abrigo de cuadros en color pastel con un jean, ambas piezas de la fundación Amor Real .
Nicolás, el hijo del presidente de un matrimonio anterior con Katia Burgos, se fue por la línea contestataria, vestido todo de negro con una gorra como accesorio que leía: Petro presidente.
Queda claro que la nueva familia presidencial no es ajena a la moda y que la moda también habla.