No es un buen momento emocional para el actual campeón del Tour de Francia. Xiomy Guerrero era su vida, la persona que lo ayudó en el camino para ser el mejor ciclista del mundo. Sin embargo se cansó. Se cansó de que él se transformara en el foco de todas las cámaras, en el hombre que todos los periodistas quieren entrevistar. Ya no quedaba tiempo para nada. Es que Egan no para de trabajar, es una maquina disciplinada e implacable. Por eso Xiomy, quien además tiene una vida propia, no quería perder su personalidad, atrapada en una relación donde todo tendría que girar al lado de una persona completamente imbuida y obsesionada en su pretensión de ser el mejor del mundo.
Xiomy ha dicho que seguirá a su lado, que lo amará siempre, pero ya en los sentimental no son pareja. A ese golpe se sumaba la muerte de su mentor, de Nicolás Portal, el británico de 40 años que alentó cada una de sus pedalas, el hombre que ideó la estrategia para que Egan ganara a los 22 años su primer Tour. Un infarto lo mató la semana pasada.
Este año será durísimo para el campeón. No sólo tendrá que confirmarlo en una carretera donde regresará Froome, el capo de su equipo, sino que los rivales de su misma edad, como Podjacar, intentarán bajarlo del pedestal. Igual Egan tiene la mentalidad para superarlo todo.