Sí, así como lo ve, los diálogos de paz con la guerrilla del ELN deben continuar. "¿Por qué?" se preguntará, la respuesta es sencilla: para que hechos como el acontecido el 17 de enero en la Escuela de Policía General Santander no vuelvan a ocurrir.
Ahora mismo se estará haciendo otra pregunta: ¿acaso no deben pagar por lo que hicieron? Sí, y con más razón es que se debe continuar con los diálogos hasta tener un acuerdo definitivo, para que aquellos que dejen las armas hagan tránsito hacia la vida civil y hacia la justicia, para que así pueden pagar por sus actos y reparar a sus víctimas.
De nada sirve seguir en la tónica de que "todo se soluciona a bala", porque de seguir así, los muertos seguirán creciendo y las víctimas seguirán sin ser reparadas efectivamente, porque al fin y al cabo, un muerto no va a pagar por nada ni a reparar a nadie. Al contrario, lo único que se conseguirá es un país en constante guerra, en constante dolor, en constante agonía, en constante luto y llorando cada vez más muertos, los muertos de la guerra, una guerra que debemos dejar atrás de una vez por todas.
En definitiva, la respuesta es clara, los diálogos deben seguir. Volver a las oscuras épocas de un pasado sangriento solo traerá más dolor para un país que no puede llorar un muerto más. Por último, quiero dejar una frase muy significativa y de gran valor para la situación por la cual atraviesa el país en estos momentos, una frase de Héctor Abad Gómez: "No es matando guerrilleros, o policías, o soldados, como parecen creer algunos, como vamos a salvar a Colombia. Es matando el hambre, la pobreza, la ignorancia, el fanatismo político o ideológico, como puede mejorarse un país".
#AdelantePorLaPaz