La popularidad del 94% con que alcalde de Barranquilla Alejandro concluye su mandato se le debe a su gestión pero también a su cercanía con el Junior y sus éxitos en el campeonato del futbol nacional. Para fortuna del alcalde su tiempo en el gobierno local que empezó en enero del 2016 coincide con los triunfos del Atlético Junior: dos ligas, una copa Colombia y un subcampeonato sudamericano. Una campaña de cuatro años alimentada por la chequera de los Char que no ha escatimado en contrataciones y en movidas que le han reportado también buenos recursos. Asi como vendió al delantero Luis Diaz al Porto por Euros 7 millones, pudo contratar a un jugador como el chileno Matías Fernández quien gana mensualmente USD$180.000.
Junior es sin duda el equipo colombiano con mayores ingresos, alcanzando más de $ 62 mil millones. No asi su rival de este domingo el América de Cali, con unos recursos limitados -no superó los $23 mil millones-, pero con una hinchada fervorosa que lo ayudará a crecerse.
El poder de Fuad Char, el patriarca de grupo se ha sentido desde que tomó las riendas del Junior en 1972. Hasta entonces nunca había ganado un título y solo había participado una vez en una Copa Libertadores. La chequera respaldando una estrategia de marketing que incluía las Tiendas Olimpicas y un proyecto político pronto produjo resultados. Contrató a grandes jugadores del continente como el brasilero Victor Ephanor, el argentino Juan Ramón “La Bruja” Verón y el uruguayo Julio Comesaña. Siguiendo un plan continuado, 48 años el otrora modesto equipo de Barranquilla ya cosecha nueve títulos.
La historia del América es otra. Vienen de la física olla, desde estar incluso ahogados en la B; desmoralizados y sin recursos, su nuevo propietario Tulio Gomez –quien tambien se hizo rico en el negocio de comercio con una red de supermercados locales llamados Super Inter que el vendió a El Exito- pensó incluso en venderlo. Fue la llegada a la presidencia de Ricardo “El gato” Pérez la que le dio el aire que necesitaba y torció el destino. Empezó por escoger un técnico, hasta entonces desconocido y que despertó una polvareda: el portugués Alexander Guimaraes. Habia llevado a la Selección de Costa Rica a los mundiales del 2002 y el 2006.
Materia prima no tenía ni recursos para reforzar el equipo con nuevos fichajes. . Decidió entonces potenciar a jugadores como Michael Rangel quien, contra todo pronóstico, ha convertido 12 goles en este campeonato.
Entrre tanto el Junior, con el uruguayo Julio Comesaña a la cabeza, fortaleció su nómina no sólo un histórico como Teófilo Gutierrez, sino con figuras internacionales como el venezolano Luis “Cariaco” Gonzalez o Yohandry Orozco, jugadores de más de un millón de dólares.
En diez años el Junior de Barranquilla consiguió cuatro títulos, mientras el último del América se remonta al 2008. La mala racha del América que lo sepultó en el 2011 en la B, desató un vendaval de violencia y amargura entre sus hinchas. Duró cinco años en el sótano hasta que apareció el entusiasta empresario, con los bolsillos fresco de Tulio Gómez y lo ascendió a la A en el 2017. Capoteó un déficit de más de 27 mil millones de pesos y se las ingenió para conseguir jóvenes promesas de sus divisiones inferiores y prestar jugadores de otros equipos y apostarle al técnico como Guimaraes pero sobre todo al alma Americana. La pasión de los diablos rojos.
Conseguir la estrella 14 no será fácil para el América al que ya no lo persigue la maldición de Garabato pero muy seguramente mostrará en el Estadio Metropolitano que en el futbol como en la vida, el factor chequera no es lo único que pesa y que la tenacidad unida a una buena dirección técnica puede producir milagros.