Desde hace muy pocos años se habla sobre la niñez y sus derechos y menos se habla de los valores que la acompañan, es decir que casi no se habla sobre las virtudes de los niños y las niñas; y sobre todo, se habla muy poco de las grandes capacidades que poseen, se habla muy poco sobre su asombro, de su gran imaginación, de su espontaneidad y algo muy importante de lo cual tampoco se habla o se investiga, de su increíble energía, de su gran efusividad, de su improvisación y de su creatividad, entre otras que se pueden relacionar, pero que definitivamente pocos quieren o pueden hablar.
¿Quién sabe qué hay detrás de todos estos elementos en los cuales converge la niñez? Y de ellos no se dice nada, no hay científicos realizando trabajos de investigación o hay pocos sicólogos o pedagogos involucrados en estos procesos de escribir sobre los niños y las niñas y divulgar toda aquella información y hablando de divulgación.
¿Por qué en los medios de comunicación también se hace como si no existieran? ¿no hay noticias objetivas sobre la niñez? ¿será que la niñez no hace nada importante como para salir en nuestros medios de comunicación? En ese sentido, ¿no se está vulnerando uno de sus derechos?
Será que esto sucede porque en la actualidad en pleno año 2022, las personas todavía piensan que la niñez no posee ni siquiera derechos, que son seres irracionales, que no pueden tomar decisiones; será que todavía las personas piensan que no es necesario que tanto los niños como las niñas deben tener condiciones de salud adecuadas para sus procesos de desarrollo y de crecimiento, que no deben adquirir conocimientos en algún establecimiento educativo, será que las personas piensan que es mejor ponerlos a trabajar y así de esta manera los adultos ganen dinero, independiente de que si son sus hijos o no; cuando en ese mismo momento deberían estar en un lugar adecuado jugando, divirtiéndose en un espacio de aprendizaje de muchas cosas nuevas que este mundo les ofrece, es decir que les enseñen lo que necesitan.
Será que la gente en el 2022 todavía piensa que: “la letra con sangre entra”, “que los niños no lloran”; será que los padres todavía les dicen a sus hijos: “no me fastidies”, “estoy harta de ti”; o todavía les dicen: “deberías ser como tu hermano, aprende de él”, “cada día te comportas peor”; y una de las frases más fuertes que se usan en su contra las personas “ya no te quiero”.
Será que todavía los padres les dicen a sus hijos: “siempre estás peleando”, “así no tendrás amigos”, y una terrible que puede repercutir en el gremio de los profesores “no sé cuándo aprenderás” y una más para los padres de familia “como sigas así te castigo”. ¿Será que hoy en día todavía los padres les pegan a los niños con lo que encuentren? El respeto no es unidireccional, de los niños o niñas hacia los adultos, debe ser bidireccional, de los adultos hacia los niños y niñas.
Entonces, ¿qué será de la niñez en Colombia si todavía no se reconocen sus derechos?
En ese orden de ideas, se tomará como referente un primer derecho para fortalecer, o realizar convergencias de algunas de las anteriores apreciaciones en forma de preguntas o escritas entre comillas, y es el derecho a la salud y servicios médicos que relaciona “los niños tienen derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud y a tener acceso a servicios médicos y de rehabilitación, con especial énfasis en aquellos relacionados con la atención primaria de salud, los cuidados preventivos y la disminución de la mortalidad infantil. Es obligación del Estado tomar las medidas necesarias, orientadas a la abolición de las prácticas tradicionales perjudiciales para la salud del niño”. Unicef. (2006).
Pero, la intención en el documento de la convención sobre los derechos del niño puede ser muy romántica y hasta utópica, o como se dice en Colombia “el papel lo puede con todo”.
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A continuación, se relaciona una investigación realizada por el doctor Erwin Hernández, profesor de la facultad de medicina en la Universidad de la Sabana, y la doctora Mónica Vargas, graduada de la Especialización en Medicina Familiar y Comunitaria, esta investigación analizó los determinantes sociales del país que influyen en la desnutrición infantil.
Y en ese orden de ideas, la investigación en primera instancia relaciona que la desnutrición es un problema que afecta a 200 millones de niños en todo el mundo y que esta condición sistémica no solo perjudica el buen funcionamiento del organismo, sino que produce un deterioro en el desarrollo, el cual “genera trastornos del crecimiento, retrasos motores y cognitivos, una menor inmunocompetencia y un aumento en la morbimortalidad”, señala la investigación.
Ahora bien, con base en la última Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia, 560.000 niños y niñas menores de 5 años sufren desnutrición crónica en el país y 15.600 padecen desnutrición aguda severa. Según los doctores, esta desnutrición aguda severa genera nueve veces mayor riesgo de mortalidad, comparado con un niño en condiciones normales.
La investigación resalta que la desnutrición no puede ser vista exclusivamente desde lo alimenticio o como el déficit de nutrientes; y es que existen unos vectores o variables de tipo social que se modifican dependiendo los contextos sociopolíticos, económicos y culturales de cada lugar; que generan una concavidad en los procesos de desnutrición y hacen que se convierta de esta manera en uno de los principales problemas de salud pública en el país.
En este orden de ideas, según la investigación se relacionan las siguientes variables: la pobreza, las condiciones prenatales, el acceso a los servicios públicos, los aspectos económicos, el consumo de alimentos y la educación. Con respecto al consumo de alimentos y calidad en la dieta se reconoce que en la alimentación se incluya alimentos de distintos grupos.
Sin embargo, el consumo de frutas y verduras es escaso y las cantidades consumidas de otros alimentos es ineficiente. Y con respecto a la educación se deben mejorar los conocimientos. Sin embargo, en Colombia hay un déficit en la calidad de la educación pública y escasea el acceso a la educación básica y superior. Cierra en este sentido la investigación.
Con base en lo anterior, se hizo un primer acercamiento al derecho a la salud y servicios médicos, uno de los cuantos derechos de los niños establecidos en la convención; y en este sentido queda abierta la misma pregunta ¿Qué será de la niñez en Colombia si todavía no se reconocen sus derechos?
Y si sólo realizando esta primera mirada a tan solo un derecho se identificaron tantas anomalías que hacen que se increpen otras nuevas como: ¿realmente en Colombia si se toman en serio estos derechos de los infantes? Si en nuestro país existen políticas al respecto, ¿por qué no se llevan a cabalidad los derechos de los niños?
De acuerdo con lo anterior entonces, en una próxima oportunidad se hará convergencia en otro derecho de los niños según la convención generando un parangón al respecto y generando nuevos acercamientos y respondiendo nuevas inquietudes.