La Asociación de Frigoríficos de Colombia (Asofricol) que representa principalmente a Minerva Foods, la compañía brasilera dueña de Red Cárnica principal exportadora de carne del país, ha sido hasta ahora la principal opositora a la medida del gobierno Petro de revivir los mataderos municipales. Minerva, que le apuesta a la exportación de carne bovina congelada a China, cuestiona los efectos de la medida sobre la imagen del país luego de la firma del protocolo de exportación entre el presidente Gustavo Petro y su homólogo chino, Xi Jinping, donde se definieron los requisitos sanitarios para entrar a este gran mercado.
En noviembre de 2022, el presidente Petro aseguró que “Colombia no puede quedar en un monopolio de frigoríficos de carne de res, se ha llegado a ese punto porque el Invima acabó con la figura del matadero municipal, hay que dar vuelta atrás”, y como tal, un año después, este 22 de noviembre, expidió el Decreto 2016 de 2023 que reactiva apertura de mataderos. A juicio del gobierno con la figura del matadero municipal, se lograría bajar el precio de la carne pues abaratará el transporte y “va a permitir que los campesinos puedan comercializar sus productos de nuevo, compitiendo de esta manera con los monopolios de los frigoríficos”.
Los principales cuestionamientos en el sector se han dado porque el decreto flexibiliza la implementación del Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) tanto para las plantas de beneficio de categoría nacional como a los mataderos municipales, requisitos que habían sido establecidos en el Decreto 1500 de 2017 mediante el Sistema Oficial de Inspección, Vigilancia y Control de la Carne, Productos Cárnicos Comestibles y Derivados Cárnicos.
A juicio de Lafaurie de Fedegán lo clave es que estos mataderos municipales cumplan con las normas sanitarias y con la presencia de expertos que garanticen que la carne puede ser consumida sin ningún problema pues se debe priorizar la salud pública, por su parte, Juan Gonzalo Botero de Aexgan, adiciona la preocupación de que el Invima logre tener la capacidad para controlar de forma cercana estas condiciones de salubridad en los 234 mataderos municipales que proyecta el gobierno, hoy solo hay 89.