El poder de Germán Chica en el primer año de gobierno de Santos era tal que pasaban por sus manos las solicitudes de la bancada de congresistas de la Unidad Nacional para lograr nombramientos de sus recomendados y para volver efectiva la mermelada, formalmente conocida como cupos indicativos para llevar obras a las regiones.
Germán Chica, entonces Alto Consejero Presidencial para las Regiones, aparece en el ‘Computador de Palacio’ bajo las iniciales de GC y su nombre aparece asociado a tres adjudicaciones que alcanzaron un valor superior a los 3000 millones de pesos para ser ejecutados con las gobernaciones de Boyacá, Nariño y Norte de Santander.
Su poder era tal que logró nombrar seis asesoras, todas mujeres atractivas, que actuaban como enlace o relacionistas públicas entre él y los congresistas. Se encargaban de atenderlos y darles la información solicitada. De hecho, a su salida un año después de aquella dependencia, Chica logró que dos de ellas fueran muy bien contratadas: Yenny Guzmán, contratada en el Departamento de la Prosperidad Social; Pamela Fonrodona en Fonade