En el comunicado que leyó en su finca en Rionegro, el expresidente reveló los cuatro nombres, además de las ONG’s internacionales y el gobierno de Venezuela, que considera sus enemigos. Estos son el abogado Daniel Prado Albarracín, quien a su vez es apoderado del exalcalde Gustavo Petro; el magistrado Iván Velásquez, quien estuvo en el centro de las condenas de la corte sobre Parapolítica y en específico la detención del senador Mario Uribe, hecho que generó una dura reacción desde el gobierno de su primo, el Presidente Uribe; el sacerdote jesuita Javier Giraldo, quien desde las comunidades de paz de San José de Apartadó, y su defensa a los derechos de las comunidades Afrodescendientes del Urabá, mantuvo un pulso permanente desde el primer gobierno Uribe y su política de Seguridad Democrática, y por último, el más nuevo de sus enemigos, el argentino, premio Nobel de Paz, Fernando Pérez Esquivel, quien cumplió un rol clave en la protección y la validación del ex Teniente de la policía, Juan Carlos Meneses, testigo clave para iniciar el proceso judicial contra Santiago Uribe por sus acciones relacionadas con el grupo paramilitar Los 12 apóstoles, en la hacienda La Carolina, que lo tienen hoy en prisión.
A excepción del argentino Esquivel, los tres colombianos, Prado Albarracín, Giraldo y Velásquez, denunciaron haber sido chuzados por el extinto DAS.
¿De que acusa el ex presidente Uribe a estos cuatro contradictores suyos?
Daniel Prado Albarracín
El abogado Daniel Prado asumió la representación legal de las víctimas del grupo Los doce apóstoles en Yarumal, Antioquia, y logró judicializar por este caso a Santiago Uribe como miembro de la organización paramilitar.
El 18 de noviembre del 2003 dispararon contra las ventanas de su oficina y, durante ese mes, las amenazas telefónicas arreciaron contra él. Un año antes había sido uno de los beneficiarios del programa de protección a defensores de derechos humanos.
El abogado Prado integró el equipo inicial de Gustavo Petro para defenderse de la suspensión solicitada por el Procurador Ordoñez en el caso de las basuras. Fue contratista del distrito en asesorías judiciales, en el IDU, UAESP, Fondo Financiero de Salud, Unidad de Mantenimiento Vial y el Fondo de Vigilancia.
Padre Javier Giraldo SJ
El ex presidente lo denomina “sacerdote al servicio del terrorismo”. Las fricciones con el jesuita desde comienzos de su primer gobierno, cuando éste asumió la resistencia de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó contra la arremetida del ejército ordenada por el gobierno nacional y que, según Giraldo, habría ocasionado la muerte de 200 pobladores, que se habían declarado neutrales.
En el 2005 se radicalizaron cuando éste denunció al Teniente Coronel Néstor Duque, militar cercano a Álvaro Uribe, de haber participado en la tortura de dos campesinos y el descuartizamiento de un niño de 18 meses de nacido cerca al batallón Bejarano Muñoz de la VII brigada del ejército en Antioquia, comandado por Duque. A pesar de las denuncias de injuria y calumnia, el sacerdote fue absuelto por la justicia.
Discípulo del padre Camilo Torres, seguidor de la Teología de la liberación, fue uno de los primeros en denunciar con documentos el magnicidio contra la UP en el Magdalena Medio en los años 80.
Iván Velásquez
Aunque Álvaro Uribe considera a Velásquez su enemigo desde la universidad, compartieron aulas en la de Antioquia sólo tangencialmente. Interactuaron realmente en 1992, cuando Velásquez era Procurador Regional en Antioquia y Uribe Vélez senador, y coincidieron en la búsqueda de frenar las amenazas de Pablo Escobar contra Medellín.
La parapolítica fue el punto de quiebre en su relación. Fue Velásquez, como magistrado auxiliar de la corte, quien documentó la investigación, que llevó a la cárcel al Senador Mario Uribe y fue la clave para la condena de 44 políticos, muchos de ellos aliados para lograr el triunfo presidencial de Uribe. Estas acciones fueron el detonante para las llamadas chuzadas del DAS, ordenadas desde el Palacio de Nariño.
Iván Velásquez lideró, en nombre de la comisión creada por la ONU en Guatemala, las investigaciones que terminaron con la renuncia del presidente Otto Pérez Molina
Javier Pérez Esquivel
La pelea se hizo pública cuando en el 2011 Uribe acusó, desde su Twitter, al Nobel de paz argentino de ser “un promotor del terrorismo” y un “mandadero de las Farc que usaba a falsos testigos”.
Fue su reacción al rol de Pérez Esquivel en el caso de su hermano Santiago, que permitió la validación del testigo el excapitán de la policía de Yarumal, Antioquia Juan Carlos Meneses.
Desde Buenos Aires el premio Nobel sigue asumiendo la defensa de los derechos de comunidades y causas en distintas partes del continente Latinoamericano.
Los señalamientos de Uribe también están dirigidos a “Una ONG europea pro Farc, que se escuda en los Derechos Humanos y en la protección de las víctimas. Ayuda a sostener falsos testigos como Pineda Luján” y a “la dictadura de Venezuela especializada en proteger terroristas y falsos testigos como Rafael García, Meneses, etc.”