Marquitos Figueroa fue condenado a 36 años de prisión por el crimen de Óscar Rodríguez, el hijo de Carlos Rodríguez, un sastre de Barranquilla quien era su verdadero objetivo aquella tarde de agosto de 2011 pero fue confundido con su primogénito que terminó siendo la víctima del asesinato. Marquitos fue el sicario del exgobernador de La Guajira, Kiko Gómez, y el todopoderoso del narcotráfico, extorsión y contrabando de la región hasta que fue capturado por los homicidios de Juan Bautista Pérez Ruiz y Darwin Daniel Daza Lozano en la ciudad Valledupar.
En 2012, un año después del crimen de Óscar Rodríguez, Marquito Figueroa asesinó a la exalcadesa de Barrancas, Yandra Brito. Su jefe, Kiko Gómez, la apoyó en su carrera por la alcaldía de Barrancas para el periodo 2004-2007. Cuando ganó, Gómez le exigió pagarle su cuota, pero la alcaldesa se negó y el exgobernador la mandó a asesinar con su hombre de confianza: Marquitos Figueroa. Sobre este crimen aún no se conoce la condena.
Marquitos ha pedido libertad condicional en tres ocasiones, pero la Fiscalía no se los ha aprobado.