Pueden pasar décadas pero los crímenes contra estas mujeres quedaron impregnados en la memoria de los colombianos, representan una lucha que continúa contra los feminicidios que se multiplican anualmente en el Colombia. Estas fueron valientes mujeres, no víctimas, aunque no todas tuvieron la fortuna de vivir para contarlo y evitar que la historia repitiera. A otras les fue arrebatada la vida de la manera más cruel y vil, el único consuelo fue la captura de sus asesinos no sin antes una batalla legal.
YULIANA SAMBONÍ
Desde el Cauca, la pequeña llegó a Bogotá con su familia en busca de mejores oportunidad, de una calidad de vida digna. Se insultaron en el barrio popular Bosque Calderón pero la mañana del domingo, 4 de diciembre de 2016 un monstruo vestido de arquitecto la secuestró, la violó y le quitó la vida. Rafael Uribe Noguera, drogado y borracho, después de una de sus rumbas salió de edificio, Equus 66, ubicado en el prestigioso Barrio Rosales del cual sus padres eran los dueños. Se fue a espiar al humilde barrio, a la invasión a pocos minutos del suyo, vio a su presa: Yuliana inocente y que estaba jugando con su primito. No tuvo reparo en engañarla para que se subieron al auto. El resto de la historia parece sacado de una película de terror, la peor de todas, la niña de solo 7 años sufrió todos los vejámenes que una mujer nunca debería soportar. El desquiciado arquitecto la sometió a torturas indecibles como mordeduras profundas en el cuello, untó su cuerpecito de aceite, su fetiche y luego la asfixió hasta que la pequeña murió.
YINETH BEDOYA
"Míreme bien la cara hp; míremela porque no se le va a olvidar nunca", es el título del testimonio que escribió para la revista SoHo, la periodista más valiente que ha tenido Colombia: Jineth Bedoya. El 25 de mayo de 200o, vivió un horror en carne propia cuando fe violada en la Cárcel La Modelo en Bogotá por tres paramilitares: alias El Panadero, quien sembró el terror en Barrancabermeja, alias JJ y alias Huevo de Pizca, el cuñado de Carlos Castaño. Jineth devolvió la indemnización que le entregó el Estado como una manera de protestar frente a la impunidad que aún ronda su caso que sigue siendo uno de los símbolos de la violencia sexual en el conflicto colombiano.
ROSA ELVIRA CELY
Le podría interesar:
30 gallinas fue lo que le dieron a los Samboni por la muerte de Yuliana