Una vez llegó a la alcaldía, Daniel Quintero comenzó un remezón en varias entidades y programas de la ciudad, entre ellos Buen Comienzo, que durante 16 años ha sido clave para la atención integral infantil y un referente de Medellín desde su creación en 2006, durante la primera alcaldía de Sergio Fajardo. Lo primero que hizo Quintero fue empoderar a su esposa, Diana Osorio, quien se autodenominó “Gestora Social” y tomó las riendas de Buen Comienzo. A pesar de que fue ella la que logró que su esposo duplicara el presupuesto del programa, lo cierto es que esa inversión no se ha visto reflejada, al mismo tiempo que en el primer año y medio de administración de Quintero, el alcalde cambió cinco veces al director.
Con las decisiones que ha tomado Quintero en el programa Buen Comienzo, los que más se estarían beneficiando sería el clan conservador Suárez Mira de Bello. El 20 de enero de 2021, la alcaldía anunció que para poder prestar el servicio al programa, los operadores de Buen Comienzo deberían pertenecer al Banco Nacional de Oferentes de Primera Infancia del ICBF, una medida que, al no ser difundida con anticipación, dejó por fuera inicialmente a cerca de 30 operadores de más de 40 que venían prestando el servicio por años, afectando así a 1.200 personas y 11.000 familias beneficiarias.
El cambio lo realizó la recién nombrada directora de la Entidad, Vivian Puerta, quién llegó desde Bogotá en octubre de 2020 a manejar el programa sin conocer la ciudad. Es nuera del exsenador y exgobernador del Cesar, Mauricio Pimiento, quien fuera condenado por la Corte Suprema de Justicia por sus alianzas con los paramilitares de la Costa Caribe.
Los operadores tradicionales enviaron en respuesta a este requerimiento una carta a la directora Puerta, criticando que no se les hubiera informado, teniendo en cuenta que el proceso para hacer parte del banco de oferentes del ICBF se había cerrado apenas un mes antes, en diciembre de 2020: "Hubiéramos tenido tiempo de cumplir este trámite de haber conocido por parte del programa la información. Hoy estamos lejos de continuar acompañando a la niñez de nuestra ciudad en su desarrollo integral". La alcaldía, por su parte, argumentó que con este requisito buscaba promover estándares de calidad en el servicio, así como garantizar transparencia y pluralidad en la contratación.
Sin embargo, sucedió todo lo contrario. Los antiguos operadores quedaron sin posibilidades de seguir trabajando y Vivian Puerta, quien apenas estuvo ocho meses en el programa antes de saltar a la Dirección Ejecutiva de la Fundación EPM en mayo de 2021, le abrió la puerta a nuevos operadores, entre ellos la Corporación Colombia Avanza, que durante la administración de Daniel Quintero ha firmado por lo menos 3 contratos por $34.159 millones de pesos, el último de ellos el 23 de abril de 2021 –apenas un mes antes de que Puerta dejara de ser directora de Buen Comienzo– por casi $6.300 millones de pesos.
Tras la salida de Vivian Puerta, quedó como director encargado Hugo Díaz, entonces subdirector de Nutrición y quien durante la gobernación de Luis Pérez –un aliado de Quintero– fue gerente del Programa Antioquia de Seguridad Alimentaria y Nutricional - MANA. Díaz, además, ha sido secretario de despacho de la Alcaldía de Bello en diferentes periodos entre 2009 y 2017, precisamente durante las administraciones que han sido cercanas al clan Suárez Mira.
Colombia Avanza es una corporación de reconocida propiedad de los Suárez Mira, nacida en Bello en 2009, y que tiene como representante legal al exconcejal de Bello, Henry Paulison Gómez Montoya, sobrino de la poderosa política Gloria Montoya, actual concejal de Bello y quién fuera mano derecha del condenado parapolítico y excongresista Oscar Suárez Mira, tanto que lo reemplazó como alcaldesa encargada de Bello cuando Suárez Mira fue suspendido por su proceso judicial por la falsificación de su diploma. Montoya también fue gerente del programa MANA en la gobernación de Luis Pérez.
Los Suárez Mira habrían entrado al círculo de Daniel Quintero desde la campaña en 2019. Y es que Henry Paulison Gómez apoyó al hoy alcalde siendo él quien puso todos los refrigerios durante los eventos más importantes en la ciudad, además de conseguir la casa en El Poblado donde fue la celebración de victoria en octubre de aquel año.
Sin embargo, en entrevista con el periódico El Colombiano, el pasado febrero, Óscar Suárez Mira, condenado por parapolítica y ahora en libertad condicional, indicó que Henry Paulison Gómez “no tiene que ver nosotros, trabajó en una campaña con el Flaco Mejía (Carlos Mario Mejía, hoy secretario de Movilidad de Medellín), cuando ellos tenían el Área Metropolitana, pero que ahora se hizo amigo, por sus propios medios, de Daniel Quintero, pero no tiene ningún nexo ni personal ni político con nosotros”.
El director de Colombia Avanza sería, además, un viejo amigo de dos escuderos del alcalde: Juan Pablo Ramírez, exsecretario de Inclusión Social y de Esteban Restrepo, exsecretario de Gobierno de Daniel Quintero. Ambos renunciaron a sus cargos para ponerse al frente de la campaña de Gustavo Petro en Medellín.
El primer contrato que firmó Colombia Avanza con la administración de Quintero fue el 3 de marzo de 2020 por un poco más de $16.000 millones de pesos pero en octubre recibió una adición por $4.600 millones de pesos. Este contrato se le entregó de forma directa a Colombia Avanza, y apenas veinte días después, también por contratación directa, la corporación encabezada por Henry Gómez volvió a firmar otro contrato para el suministro de alimentación para la población estudiantil vinculada a la Secretaría de Educación durante el período de calamidad pública por $7.100 millones de pesos.
La veeduría ciudadana “Todos por Medellín” indicó en 2021 que el programa Buen Comienzo representa el 70% de los hallazgos de la Contraloría de Medellín, dentro de estos el contrato con más problemas fue el primero firmado por la Corporación Colombia Avanza. Según indicó Piedad Patricia Restrepo, vocera de “Todos por Medellín”, si se compara con los anteriores convenios de asociación, por ejemplo, los servicios generales se han incrementado de $85 millones a $547 millones. El rubro de alimentación pasó de $8.993 millones a $10.282 millones, mientras el recurso humano pasó de $4.971 millones (31% del total) a $7.779 millones.
El programa Buen Comienzo tiene un presupuesto de $800.000 millones, una cifra histórica en Medellín, pero los resultados no se ven por ningún lado. Mientras que en 2019 se atendieron 97.172 niños y familias, en 2020 fueron 88.734 y en 2021, 93.483. Los pagos a la atención prestada durante el 2022 están demorados, a 31 de marzo, no les han pagado las actividades realizadas durante febrero, a las que ya se les suman las del mes de marzo. La alcaldía de Daniel Quintero y la gestión de su esposa Diana Osorio parecieran estar más enfocadas en ayudar a sus viejos amigos que a los niños de Medellín.
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