Nada se mueve en Sararé (Arauca) , frontera con Venezuela, sin que Gustavo Giraldo, alias Pablito, lo sepa. Mientras el Comité Central del ELN buscaba acercarse a una salida negociada del conflicto, Pablito siempre fue renuente a sentarse a dialogar. Él podría ser uno de los apoyos que tiene Iván Márquez en su último desafío al Estado: la creación de una nueva guerrilla.
Desde que tuvo conciencia fue guerrillero. Sus padres, provenientes de Antioquia, llegaron a Arauca y en el año 1978 se alzaron en armas junto a un grupo de campesinos después de que el gobierno de Julio César Turbay les incumpliera con la promesa de resolver y titular la tierra en la que vivían y habitaban. Ese año fundaron el Frente Domingo Laín, hoy convertido en la estructura militar más importante del ELN con 500 hombres armados y 1.500 milicianos.
El Frente Domingo Laín Sanz está inspirado en el sacerdote español que murió en combate en Antioquia a los 33 años. Hizo parte de un grupo de religiosos socialistas liderado por el obispo de Buenaventura, Monseñor Gerardo Valencia Cano, y también integrado por José Antonio Jiménez, que en octubre de 1969 ingresaron a las filas guerrilleras del ELN.
Pablito, quien hace parte del Comando Central (COCE), es el estratega que ha encabezado los atentados a la infraestructura petrolera en Arauca. Después de que se terminara el cese al fuego con el ELN en enero de 2018, dos ataques al oleoducto Caño Limón – Coveñas marcaron una nueva ola de enfrentamientos y acciones militares en Arauca. Cuando apenas se adelantaban las conversaciones exploratorias entre el gobierno Santos y la guerrilla, Pablito, que hasta 2014 también fue el comandante máximo del Frente de Guerra Oriental, aseguró que tenían “toda la voluntad de entablar los diálogos dentro de una correspondencia en el reconocimiento por el Estado de nuestra vigencia y de nuestra realidad revolucionaria. A lo que el Estado a veces trata de confundir, enredar y mal informar. El ELN no está dispuesto a un sometimiento. El ELN está planteando una negociación política. Quieren vernos como unos terroristas y no lo somos”.
Con Pablito Márquez tendría a su lado máximo pensador militar de la guerrilla. Sus golpes a Cañón Limón Coveñas han demostrado su poderío. Pablito, incluso capturado una vez por el Ejército en 2008, pero en una decisión extraña se trasladó su audiencia a Arauca, donde sus hombres lo rescataron en una acción milimétricamente planeada, escapó hacia Venezuela, desde donde ha dirigido el frente al que perteneció José Aldemar Rojas, señalado de ser el autor material del atentado a la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander. Rojas habría sido uno de los explosivistas de Pablito, hasta que en 2003 cambió de frente hacia el Adonai Ardila Pinilla, que también tiene acción en Arauca, Boyacá y Casanare. Ahora podría volverse más temible que nunca con su nuevo apoyo: Iván Márquez.
Uriel, el comandante instragramero
Pocos comandantes guerrilleros tiene tanta actividad en redes sociales como Uriel. No sólo supimos de su renuencia a establecer diálogos con el gobierno por las redes sino que fue de los primeros en reaccionar al video donde Iván Márquez anuncia la fundación de una nueva guerrilla:
Uriel es el hombre fuerte del Chocó. Uriel es capaz de secuestrar a seis personas, como lo hizo en el 2018, a la orilla del río Arquía. No le importa la presión que ejercer sobre su grupo el gobierno de Iván Duque, en el mes que tuvo secuestrado a seis personas que tomaron en el río Arquía. A punta de comunicados y audios enviaba parte de tranquilidad a la familia de los secuestrados y de paso se daba publicidad. Ganaba tiempo y solo la intervención de la Diócesis de Chocó, la Defensoría del Pueblo y la Cruz Roja lograron convencerlo de liberarlos. Contra él nadie puede en el Atrato y poder contar con Márquez le significará algo que ambición: expandirse a otras zonas del país.
