Amaranta Hank tenía la ilusión, después de lo que aprendió en Europa, de poner en Colombia una productora de películas porno. Tenía directores, productor y actrices. Lo único que le hizo falta fue encontrar al hombre perfecto. Creía que los colombianos, debido a la fama que ellos mismos se hacen, eran los mejores amantes del continente. Creían que tenían aguante y, sobre todo, medida. Hasta el momento todos los intentos que ha tenido para filmar su primera película como productora han sido un fracaso. Eyaculadores precoces, impotentes y muchachos asustados ante las cámaras han sido predominantes. Pero el principal inconveniente ha sido el tamaño del Colombiano. Los promedios de 10 a 12 c.m en su máxima expresión contrastan con los de los Europeos.
Los días de la diva en el país podrían estar contados. Le espera el mercado húngaro y el español. Por lo pronto ella quisiera estar detrás de la cámara y no como actriz. Ahora, radicada en Medellín, intenta consolidar su carrera como periodista y youtuber. Su talento como escritora ha quedado patentado en las crónicas que ha publicado en un libro sobre la frontera y en su blog que estaba en Soho. Rompedora y divertida Alejandra da prueba de su inteligencia frente a la cámara. Acá una muestra de su talento como Youtuber.