Los guerrilleros, militantes de un grupo terrorista, protagonista de una guerra de más de 50 años, culpables de muertes, secuestros, torturas y más delitos de lesa humanidad.
Ahora están a punto de hacer parte del fin de la guerra que le dio al país gran sufrimiento. Esto es un concepto generalizado en el país, con la finalización de la guerra estos guerrilleros obtendrán un leve castigo a todos sus actos, si reconocen sus crímenes restringirán su libertad sin encerrarlos y los que no reconozcan sus delitos y sean comprobados recibirán condenas de hasta 20 años. Decisiones que han causado gran controversia en el pueblo Colombiano, el que ha tenido que vivir y ver por las pantallas de televisión esta guerra.
Para los colombianos es difícil no ver a un guerrillero como un delincuente, pero ¿y si hacemos un poco de memoria y nos retomamos a la biografía de un guerrillero?
Gran parte de los guerrilleros fueron reclutados en su edad infante, fueron llevados a la fuerza y para quienes han vivido en carne propia esta realidad no es ajeno el hecho de lo difícil para estas personas y niños reclutados volver a la vida civil, por no decir que imposible.
La infancia de estos niños se basó en la milicia, en las armas, en el trabajo forzado, se hicieron adolescentes y adultos sin conocer otra vida, su objetivo matar soldados, que podrían ser su familia sin saberlo, sin poder escoger si matar o no, siguiendo órdenes para preservar su vida y la de sus familias, sin siquiera un lujo, un gusto, una vida.
Después de muchos años de guerra y de una inhumana vida, les anuncian el fin de la guerra, el fin de esta vida para pasar a la rendición de todo lo que hicieron, donde deben pasar de 5 a 20 años más sin conocer la vida.
Todo esto por ser reclutados cuando niños. Lo que no entienden ellos, es ¿por qué los colombianos los quieren muertos? Si no vivieron lo que ellos sí.
