Los argumentos constitucionales, legales y democráticos en defensa de la universidad han sido expuestos con toda claridad por las personas más respetables, sin embargo, el gobierno se los ha pasado todos por la faja.
Entre todos los argumentos que se han expuesto contra los abusos del gobierno, hay dos muy importantes. El primero, que Gustavo Petro está atropellando la autonomía universitaria, que es otro mandato constitucional que se lleva de calle sin que le importe. Y un segundo argumento, esgrimido con toda razón por Moisés Wasserman.
Don Moisés reivindica el carácter nacional de la Universidad Nacional. A este argumento de Moisés Wasserman hay que ponerle mucho cuidado porque, con toda la razón, él nos recuerda que la universidad es de todos, que es un bien público en todo el sentido de la palabra, que la Universidad Nacional es de la nación. Que la universidad no es, ni siquiera, de los estudiantes y los profesores, sino de todos los colombianos, de toda la nación.
Luego el asalto que Gustavo Petro está realizando sobre la universidad es un asalto contra todos los colombianos. Contra la educación de todos, contra la autonomía universitaria de todos, contra un bien público de todos (valga la redundancia), contra la democracia de todos.
Yo quiero contribuir a la defensa de la Universidad Nacional de los colombianos con una reflexión desde el punto de vista estratégico. La hago con carácter urgente porque aún estamos a tiempo de impedir que logre materializar su toma. Pero recordemos: decir que aún estamos a tiempo es lo mismo que decir que el tiempo es un bien escaso, que tenemos poco tiempo.
¿Cuál es el sentido estratégico por el cual Gustavo Petro necesita tomarse la Universidad Nacional?
Gustavo Petro tiene el propósito de convertir la Universidad Nacional en el cuartel capitalino de las Primeras Líneas para su proceso constituyente miliciano.
De hecho, está a la vista de todos el carácter miliciano de la estrategia que ha adelantado para la toma de la universidad. Hay dos características clarísimas: la primera, el desconocimiento de los procedimientos constitucionales, legales y estatutarios de la elección del rector. La segunda, el empleo de la violencia a través de la activación de sus milicias (Primeras Líneas) para paralizar la universidad, sembrar el miedo y asumir el control territorial del campus universitario, para finalmente tumbar al nuevo rector e imponer al suyo.
Esto no da lugar a dudas, toda la violencia que ha ejercido contra la ciudad, los explosivos que han reventado, los vandalismos que han realizado contra las instalaciones, el cierre de la universidad, todo, lo han hecho las Primeras Líneas para tumbar al rector legítimamente elegido por el Consejo Superior Universitario y para imponer al candidato de Gustavo Petro en la rectoría. Con el apoyo del gobierno las milicias han desconocido la Constitución y han utilizado la violencia.
La bandera ideológica que han agitado al interior de la universidad, el candidato petrista a rector y sus grupos, consiste en que van a convertir a la Universidad Nacional en el laboratorio del proceso constituyente de que viene hablando Gustavo Petro.
En aras de la claridad que requiere el debate democrático, es muy importante que el país sepa quiénes son las personas a quienes Gustavo Petro quiere imponer en la Universidad Nacional.
Leopoldo Múnera -candidato petrista a la rectoría- y Víctor Manuel Moncayo son los ideólogos más importantes del teórico Antonio Negri en Colombia
Leopoldo Múnera -candidato petrista a la rectoría- y Víctor Manuel Moncayo son los ideólogos más importantes del teórico Antonio Negri en Colombia. Antonio Negri, filósofo italiano, es el teórico del marxismo más radical, el mismo que escribió el libro Poder Constituyente, del cual Gustavo Petro ha extraído las bases ideológicas de su proyecto constituyente miliciano. Para Gustavo Petro es clave dentro de su estrategia empotrar a sus máximos gurús ideológicos en la rectoría de la Universidad Nacional. En este caso, de la Universidad Nacional en su condición de universidad más importante de Colombia, en su condición de campus territorio ubicado en el sitio más estratégico de Bogotá y en su condición de universidad cabeza de todo el sistema de universidades públicas del país.
Si Gustavo Petro logra coronar su toma la Universidad Nacional hace una verdadera moñona estratégica.
Con la toma de la Universidad Nacional él lograría tres trofeos estratégicos:
El primero: burlar un proceso electoral legítimo como el que eligió rector a José Ismael Peña. Es decir que ganaría un primer pulso en el camino de burlar procesos electorales. Lo que constituye un buen laboratorio de lo que proyecta hacer en el proceso electoral del año 2026 a nivel nacional.
El segundo: apropiarse del mayor instrumento de reproducción ideológica y política que pueda tener su estrategia de poder totalitario.
El tercero, y más importante: lograr el control territorial total del campus universitario, blindado frente a la acción de la fuerza pública, para adelantar todas las tareas de organización, adiestramiento, crecimiento y despliegue de sus Primeras Líneas.
Baste con imaginarse el gran salto estratégico que significa para el proceso constituyente miliciano de Gustavo Petro el hecho de disponer, totalmente, de la Universidad Nacional y de su campus, en pleno corazón de Bogotá, para convertirlo en el cuartel general inexpugnable de las Primeras Líneas… y por ahí derecho, hacer lo mismo en todas las universidades públicas de Colombia.
Del mismo autor: El triunvirato de la milicianizción petrista
