Pareciera que esa maldita "malicia indígena" de lo que tanto se habla, típica de nuestra tierra, solo fue adoptada para los malos colombianos y no para los pendejos que piensan que con 35, 50 o 80 millones de pesos pueden pasar de lo lindo en una cárcel en el exterior.
Cómo es posible que no se pregunten por qué los que les ofrecen esas "millonadas" por llevar el "encarguito". No solo es China, sino Venezuela, Bolivia, Argentina, Chile, Emiratos Arabes, etc. donde residen en las cárceles los colombianos en donde se dejaron coger.
Colombianos, despertemos. Los que estamos por fuera sabemos que en nada se parecen las leyes colombianas a la severidad de las leyes en el exterior. Y muchas veces, aún más fuertes, si saben que son colombianos. Y es que no solo tenemos la fama de colombianos narcos, ahora somos: atracadores, secuestradores, sicarios, embaucadores y esta prostitutos. Esta última opción es permitida y legalizada en muchos de los países, por lo cual no es un delito. Aclaro, en algunos países.
Nos hemos convertido en un país exportador de delincuencia, que está dañando la poca imagen que nos queda. Y en los países donde llegan estas 'joyitas' están dañando la imagen de las comunidades que durante muchos años han logrado organizarse en grupos u organizaciones de buenos colombianos.
Ahora cambiemos de escenario. Nuestras mujeres ahora también están en peligro.
En el año 2010-2013, la "popularidad" de las colombianas en el exterior, debido a las series, películas y fama de las bellezas en el exterior, aumentó la cantidad de solicitudes de "matrimonios online". A Colombia empezaron a llegar "conquistadores" para seducir a nuestra hermosas mujeres. Y el acento extranjero, junto al billete en ofrendas, sedujo a miles de ellas. A muchas les fue bien, pero otras fueron, o están presas todavía, en sus casas lujosas.
Sus madres no saben que sus hijas son violadas, golpeadas, abusadas y , psicológicamente, maltratadas porque el "qué dirán" las tiene atadas a una vida que no es de ellas. Yo he apoyado a cuatro de esas mujeres. Una llegó muy enamorada, y el tierno y amoroso esposo, la "escondió" en un pueblito donde no había nadie que hablaba inglés. Él se iba a trabajar y la dejaba encerrada y con llave. No tenía teléfono y si necesita hacer una llamada a sus familiares, se debía hacer desde el celular de él; el internet se le restringió a solo unas páginas. El sujeto la violó muchas semanas, y como era "el esposo" pues eso "estaba permitido". Cuando llamaba a la mamá, la madre le decía "téngale paciencia mija, gracias por el dinero que envió" y así se mantuvo hasta que pudo contactar a una amiga en Miami que hablaba español. Ella llamó a una estación en otra ciudad, pues los amigos del "esposo", los mejores amigos del "esposo", eran todos policías.
En Colombia, las Au Pair y las páginas que buscan parejas online, no tienen ninguna legislación. No hacen un estudio de pasado criminal. Estos websites solamente exportan al mejor postor a nuestras mujeres. Le propongo a usted mismo, que está leyendo este artículo, que escriba en Google "Colombian Wife Finder" y encontrará 2.6 millones de páginas que ofrecen el servicio.
Ese ir y venir de problemas, improvisaciones y falencias en nuestra política migratoria, legislación en Internet y falta de recursos para investigar estos fenómenos nuevos, nos obligan a los #colombianosenelexterior a solicitar un llamado urgente a la unión en el exterior, y de alerta a las autoridades, cancillería y el Gobierno Nacional.
No sería correcto para mí si no hiciera alguna propuesta después de tanta "quejadera". Esta es la carta enviada a la Presidencia de Colombia para tramitar una ley de protección a las colombianas en el exterior. ¿Dónde esta? Sabrá Dios.
• En el 2013 envié una propuesta a la Presidencia de la República que posteriormente, fue remitida a la Cancillería de Colombia. Al día de hoy se "empapeló" la propuesta y la pasaron al archivo. No sé qué carajos la hicieron, pero si hubieran tomado en cuenta los conceptos e ideas planteadas ahí, muchos colombianos no estarían en las cárceles del mundo.
• Debemos procurar crear organizaciones de ayuda a presos en los países donde el número de reclusos sea exagerado. ¿Quiénes? Una combinación entre gobierno, cancillería y organizaciones de colombianos.
• Debemos comenzar a educar a los futuros emigrantes. Es imposible que todavía salgan colombianas sin saber que la mayoría de los gobiernos las protegen contra el abuso doméstico, trata de blancas, etc., sin importar su condición migratoria. Para dar el primer paso en educar, he iniciado el Canal de los Colombianos en el Exterior y así ir interconectándonos los de adentro y los de afuera.
• Los colombianos en el exterior debemos promover la denuncia de los malos colombianos que buscan dañar las comunidades.
• Los colombianos en el exterior debemos ir creando nuestras propias bases de datos e ir informando a las autoridades en cada país de malhechores y abusadores que tengan historia criminal en el país. ¿Cómo? Muy fácil, con la cédula se puede indagar en el website de la Policía Colombia.