Aunque el título de este escrito tiene tres sujetos, solo se concreta para unos, para las minorías, para los estudiantes de Ciencia Política y politólogos.
A la gran mayoría de personas no les importa los temas electorales y no les interesa participar en ninguna de las formas políticas que la ley nos permite (hago esta afirmación desde los datos histórico de algunas instituciones especializadas sobre los mecanismos de participación ciudadana, donde revisan su uso y la participación de la población), y aunque la mayoría de sus actos son manifestaciones de poder, es decir actos políticos, solo unos pocos entienden eso y aceptan su esencia política y asumen su responsabilidad como ciudadanos.
Por otro lado, la mayoría de estudiantes de Ciencia Política, amplios conocedores de la teoría del poder y de la esencia política del ser humano, tampoco les interesa participar en los temas electorales y hay que decirlo, solo un reducido grupo de estos futuros profesionales cumplen con su deber ciudadano de estar interesados en lo público (hago esta afirmación desde mi experiencia como profesor del programa de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Manizales y aunque la muestra es chica, no dista mucho de lo que me he podido encontrar en las discusiones con otros estudiantes en los congresos de esta ciencia a los que juiciosamente voy cada dos años en alguna ciudad de Colombia); es posible que la desidia por estos temas sea una responsabilidad y poca motivación de nosotros los profesores o puede ser que los medios de comunicación ya hicieron su trabajo y alejaron a estos estudiantes de lo electoral, pero una cosa es clara, la ciencia política también estudia temas de este tipo.
Ahora, a los politiqueros no les interesa que ni los politólogos, ni los ciudadanos participen, prefieren la “torta” para ellos solos; saben poco de la teoría del poder, pero son expertos en la práctica del saqueo, la corrupción y el engaño (otras manifestaciones de poder), no saben cuáles son los mecanismos de participación ciudadana y tampoco les interesa conocerlos, pero saben a cómo y cómo se compran los votos en elecciones.
A los politiqueros no les interesa que ni los politólogos,
ni los ciudadanos participen,
prefieren la “torta” para ellos solos
Aquí varios panoramas del acontecer cotidiano en Colombia. Y no escribo esto en son de regaño (no soy quien para hacerlo), sino más bien en busca de reflexión y haciendo un llamado a mis colegas. Por supuesto que el estudio y la investigación de fenómenos políticos es uno de nuestros campos, además de la formulación, análisis, evaluación y ejecución de políticas públicas, parte de nuestro quehacer profesional (advirtiendo que aún la mayoría de las administraciones municipales y departamentales no nos han dado el lugar que merecemos como profesionales para desarrollar estas importantes tareas), y que no a todos les tiene por qué agradar la política electoral y muchos prefieren hacer análisis de las causas y consecuencias de estos fenómenos sin conocerlos desde adentro.
Pero esto es un grito de auxilio, de ayuda inmediata para con la realidad que padecemos por la cantidad de escándalos que no dan tregua y los malos gobiernos que se han elegido. Tenemos una obligación profesional y moral para con este país y sociedad. Nuestro trabajo es dignificar la política, arrebatarle el poder a los politiqueros y formar, organizar y motivar a la ciudadanía en todo lo que tiene que ver con la política.
No es tarea fácil, es desagradecida y poco valorada, pero seguro será muy satisfactoria. No cabe duda que nos corresponde a nosotros, porque somos quienes la hemos estudiado, la entendemos y la podemos explicar con facilidad, es posible que haya otras profesiones que pueden ayudar en esta tarea, pero somos nosotros los que tenemos que dar ejemplo.
@julianelpolit