Cuando apenas van terminando unas nuevas elecciones los gobernantes que salen de su cargo ya están armando una nueva campaña. La clave está en qué tantas deudas dejan a su sucesor y si lograron mantener su nombre lejos de la lupa judicial. Ahora el objetivo es consolidar el poder regional que han cultivado durante cuatro años para impulsarse nacionalmente, como es el caso de Alejandro Char, Dilian Francisca Toro, Camilo Romero, Federico Gutiérrez y Rodolfo Hernández, quienes estarían buscando liderazgo nacional de cara a las elecciones presidencial del 2022.
Alejandro Char
Alejandro Char ha tenido muy pocos reveses políticos, y cuando perdió una elección dio la pelea en los estrados judiciales hasta hacerse victorioso. Se trataba de las elecciones en 2004 para gobernador del Atlántico. Desde aquel año Char solo ha cosechado respaldos en el departamento. Para nadie es un secreto que su familia hoy es la más poderosa de todas las regiones de Colombia, a tal punto que le disputan hombro a hombro el liderazgo a Germán Vargas Lleras dentro de Cambio Radical.
Con esa base, Álex Char deja una nueva alcaldía en Barranquilla con la popularidad por las nubes, y cuando todavía faltan tres años para unas nuevas elecciones presidenciales, podría salir impulsado directamente hacia la Casa de Nariño. Desde marzo de este año, cuando el senador Sergio Luis Díaz Granados, quien le rinde cuentas a los Char y después a Vargas Lleras, salvó el Plan Nacional de Desarrollo del presidente Duque, su nombre empezó a sonar a nivel nacional como un fijo candidato a la Presidencia en 2022 pues había quedado claro que Los Char tenían la fuerza suficiente para contradecir al jefe natural del partido sin mayores consecuencias; sin embargo, el hijo de Fuad Char ha sabido capotear las especulaciones sobre su futuro político. Cuando la periodista le preguntó sobre el tema, este le respondió con un chiste: “los Char van a poner presidente… pero del Junior”.
Los coqueteos entre Álex Char y el presidente Duque son evidentes. En su último viaje a La Arenosa, fue recibido por todo el grupo político con almuerzo y música incluida. Habría sido en ese encuentro cuando Duque le hizo la propuesta a Char: una embajada o un ministerio cuando termine su administración. Sin embargo, el alcalde de Barranquilla rechazó la oferta para tomarse un año sabático, atravesado por los planes políticos, en los próximos cuatro años. Char sale tranquilo de la alcaldía, pues ya tiene un fijo heredero, así como hizo la primera vez que estuvo en el cargo entre 2011 y 2014 cuando Elsa Noguera lo reemplazó. Se trata de Jaime Pumarejo, su mano derecha y exministro de Vivienda que ha basado toda su estrategia de campaña en presentarse como el escogido por él para continuar con su obra.
Los planes de los Char para las elecciones de 2022, sin embargo, tienen un problema. Vargas Lleras desde ya está enfilando baterías para volver a meterse en una campaña presidencial, por lo que la bancada charista dentro de Cambio Radical tendría que buscar otras toldas, o crear las propias, para seguir jugando, con el agravante de tener que sortear el transfuguismo. Sin duda Álex Char, a quien todos le reconocen fuertes inversiones en infraestructura como el Malecón del Magdalena, la Avenida del Río y la adecuación de varias avenidas para acabar con los temibles arroyos, termina su administración como el alcalde más popular y próximo presidenciable.
Federico Gutiérrez
El alcalde de Medellín también sale fortalecido de la administración. Su nombre, aunque con menos peso a nivel nacional, desde ya suena para ser la fórmula vicepresidencial de Álex Char. Y es que su política de seguridad se volvió muy popular por la capacidad que tuvo para acercar las autoridades a los ciudadanos, que a través de Twitter se convirtieron en los principales interlocutores del alcalde para reportar casos de inseguridad y delincuencia común. Sin embargo, los números no lo favorecen, pues durante sus cuatro años de alcaldía no logró reducir los homicidios a menos de 500 por año, algo que sí se había logrado antes de 2015. Lo que sí ha sabido hacer ‘Fico’ Gutiérrez es comunicar su obra. La inversión en publicidad en medios para resaltar los avances de su administración y los logros alcanzados tan solo es igualada por la de Char en Barranquilla y Peñalosa en Bogotá (sin obtener el mismo resultado al de los dos primeros).
El presidente Duque también quiere a Federico Gutiérrez en su gobierno. Al parecer, le habría ofrecido el Ministerio de Defensa, pensando en su popular política de seguridad. Cuando el alcalde de Medellín fue interrogado por su participación en la Casa de Nariño, tan solo dijo que trabajaría junto al presidente, aunque no confirmó desde qué cargo. Federico Gutiérrez se ha peleado con Álex Char el puesto por el alcalde más popular de Colombia, algo que sin duda le abre el camino político para los próximos cuatro años.
Camilo Romero
La obsesión de Camilo Romero es la Presidencia de Colombia. Desde que se presentó a la consulta del Partido Verde en 2014, cuando sacó 700.000 votos y perdió frente a Enrique Peñalosa, supo que tenía la madera para hacerse con un capital electoral a nivel nacional. Y es que su paso por el Senado, en donde fue un férreo opositor de Juan Manuel Santos, y por la Gobernación de Nariño, desde donde repitió estrategia y enfiló baterías contra Iván Duque por su intención de fumigar los cultivos de coca y preferir la erradicación forzada, le han servido para medirse el aceite.
Sus argumentos para enfrentarse a las políticas gubernamentales de Duque los sustenta con cifras: de los 70 mil cultivadores de coca que tiene registrados Nariño solo 16 mil reciben ayuda del gobierno, a pesar de la voluntad firmada por una cantidad mucho mayor. Solo que esta vez Romero ha decidido pasar del debate y la discusión a los hechos, sin esperar la lenta y pobre llegada del Plan nacional de sustitución de cultivos en cabeza de Emilio Archila a su departamento. Dispuso de $ 110.000 mil millones del presupuesto para crear un plan piloto departamental como que contrarreste con la aspersión aérea del glifosato.
Convertirse en un duro opositor de Duque desde la Gobernación de Nariño en los temas de cultivos ilícitos y sustitución ha sido la fórmula que encontró para pavimentar su campaña presidencial de 2022 y al mismo tiempo volver a tener relevancia a nivel nacional. Romero sale con buena popularidad; sin embargo, no va a poder dejar heredero en el cargo, además todavía tiene que sortear las investigaciones por corrupción en su contra, como la que tiene la Fiscalía por la adjudicación de un contrato para distribuir licor en el departamento.
Rodolfo Hernández
Terminó su administración en Bucaramanga anticipadamente después de haber sido suspendido por la Porcuraduría por segunda vez. Sabía que ya no podría entregar el cargo en diciembre y puso su carta de renuncia, lo que le abrió el camino para hacer campaña abiertamente. Todos sabían quiénes eran sus candidatos, pero sin el chaleco de alcalde, no tuvo más impedimento para hablar de frente.
Rodolfo Hernández es otro que desde ya habla de ser presidente en 2022. Cuando todavía faltan tres años resulta imposible y hasta atrevido ponerse a hacer predicciones, pero la popularidad con la que salió de la alcaldía lo respaldan: 62%. Muchos consideran que su estilo raya con la grosería, y en Bucaramanga no le perdonan que le haya pegado a un concejal frente a las cámaras. Sin embargo, su discurso de la lucha contra la corrupción, el problema que más preocupa a los colombianos, sí le ha dado réditos políticos.
Pero Hernández todavía debe algunas explicaciones, pues la Procuraduría lo sigue investigando por las movidas de su hijo que buscaba una jugosa comisión de 100 millones de dólares a cambio de ayudar a la empresa Vitalogic a quedarse con el contrato de las basuras en Bucaramanga. En el programa Semana En Vivo, dirigido por María Jimena Dussán, lanzó su candidatura para 2022 y aseguró que el empresario Arturo Calle será su fórmula vicepresidencial. Toca esperar.
Dilian Francisca Toro
La gobernadora del Valle del Cauca es la superpoderosa del occidente colombiano. Toro ha sabido cultivar su capital político desde que llegó al Senado en 2002 con el Partido Liberal y en 2006 y 2010 —cuando obtuvo la segunda votación más alta del país— con la U, toldas que llevan su sello en el departamento a través de su movimiento Nueva Generación. La gobernadora le apostó a ordenar las finanzas y en cuatro años logró el primer lugar en manejo de finanzas públicas en el país con el Índice de Desempeño Fiscal del Departamento Nacional de Planeación y el primer lugar en el índice contable, el cual está certificado por la Contaduría Nacional.
Dilian encontró la gobernabilidad de la mano de una veintena de alcaldes que siguen su línea política y las mayorías que tiene el Partido de la U en la Asamblea departamental. Sus apuestas se repiten, y según La Silla Vacía, por lo menos 25 de los 49 candidatos apoyan a la exdirectora de Coldeportes, Clara Luz Roldán, la escogida por la gobernadora para sucederla en el cargo y asegurar la continuidad de su gestión con proyectos de largo plazo que requieren sostenibilidad en el tiempo.
Dilian Francisca termina su gobernación con una imagen favorable cercana al 64%, lo que demuestra que logró lavar su imagen de las investigaciones por parapolítica y corrupción, por las que incluso estuvo detenida durante casi un año. Ahora busca darse un respiro fuera del país en el 2020 que le servirá para despejar el panorama y definir si su futuro político está en la Casa de Nariño.
