La guerra contra la coca en Colombia está focalizada en cinco departamentos, donde está la mayoría de las siembras y empiezan los corredores de salida hacia los puntos geográficos donde sale hacia el exterior: Nariño, Cauca, Norte de Santander, Antioquia y Putumayo. Son también las zonas de la guerra donde a sangre y fuego narcotraficantes, Bacrim y disidencias de la guerrilla se pelean el territorio.
Estos son los gobernadores que tendrán que ponerle el pecho al problema más grave de Colombia y esta es la realidad que deberán enfrentar.
Cauca con Elías Larrahondo Carabalí del partido Coalición Porque sí es posible
La disputa está localizada principalmente en el norte del departamento y se da entre disidencias de las Farc con grupos ilegales como el Cartel de Sinaloa. Es un territorio de coca pero también de minería ilegal alrededor principalmente del oro. Esto ha provocado un estallido de muertes de líderes sociales.
Una de las zonas claves del departamento es el Norte del Cauca. Municipios como Toribío, Suárez, Caloto, Padilla, Santander de Quillichao o Caldono históricamente han sufrido el embate de la guerra. Ahora los que mandan allá son las disidencias de las Farc, Clan del Golfo e incluso el Cartel de Sinaloa quienes se pelean uno de los corredores de narcotráfico más lucrativos del país. Desde los laboratorios del Naya en donde se fabrica la coca más pura del país, empieza un camino que está terminando en las costas mexicanas.
La situación para los nuevos dirigentes es tan complicada que de los 125 municipios que la ONU catalogó de post conflicto veinte de ellos son en ese departamento y nueve en el norte del Cauca.
Nariño, con Jhon Alexánder Rojas Cabrera del partido Coalición Mi Nariño
Con 41.903 hectáreas Nariño es el departamento del país que más coca tiene sembrada. Las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y el Cartel de Sinaloa, como sucede en el Cauca, se disputan palmo a palmo el territorio desde hace tres años, una vez las Farc se replegaron después de la firma del acuerdo de paz en noviembre del 2016.
Buena parte de las hectáreas de Nariño las pone Tumaco: 19.516 ha (42,6% del departamento) y es allí donde se intenta implementar el programa más ambicioso de Sustitución de cultivos que tiene un presupuesto de $1.9 billones para las 54.000 familias vinculadas a éste en todo el país.
La problemática en Tumaco se ha agravado después de la firma de paz con las Farc. El 5 de octubre del 2017 siete personas fueron masacradas en la vereda El Tandil luego de que la policía abriera fuego sin mediar palabra mataron a cultivadores que protestaban contra la aspersión aérea de glifosato, una de las cruzadas que emprendió e hizo célebre en todo el país al gobernador Camilo Romero.
Antioquia con Aníbal Gaviria Correa del partido Coaliciones el momento de Antioquia
En el Bajo Cauca antioqueño hay, desde enero del 2019, siete mil hombres del ejército dispuestos a erradicar forzosamente las más de 18 mil hectáreas de coca -más del 80% de toda la coca que hay en Antioquia- concentrada en los municipios de Tarazá, El Bagre, Nechí, Valdivia y Cáceres.
Una región violenta en el cruce de fuego entre los Caparrapos, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, Clan del Golfo y Disidencias de las Farc. En Antioquia han asesinado a 24 líderes sociales en el último año, la mitad de ellos ha sido en el Bajo Cauca. Se trata además de una zona apartada de Medellin, la capital del departamento, cuyo acceso no es fácil, situada en un corredor de salida hacia Urabá por donde se moviliza la mayoría de la coca .
Putumayo con Buanerges Florencio Rosero Peña del partido Coal. ASI y Cambio Radical
En diciembre del 2018 los campesinos de Putumayo, desde Puerto Leguízamo hasta Mocoa, cumplieron con la erradicación voluntaria de 8.686 hectáreas de coca. Los que nunca cumplieron fueron los del gobierno quien un año después no desembolsaron los recursos del Programa Nacional Integral de Sustitución. Esto hace que siga siendo un departamento violento donde de las 18 estructuras disidentes de las Farc, en Putumayo funcionan los frentes 1, 48, 49 y 62.
El narcotráfico le ha dado aire a las disidencias y al grupo criminal conocido con el nombre de La Constru. La Constru son los amos de los insumos con los que se hace la cocaína y venden a carteles mexicanos el clorhidrato de cocaína. Históricamente ha sido un territorio bastante abandonado por el Estado en el que los grupos armados han mantenido control, una realidad que no ha cambiado especialmente con la firma de la paz, y donde por el contrario se ha dado una sustitución de grupos ilegales.
Norte de Santander con Silvano Serrano Guerrero de COAL. Partido conservador - Cambio Radical - Liberal y Partido de la U
La región del Catatumbo reúne entre los municipios de Tibú, Sardinata, El Tarra, San Calixto, Teorama, San Calixto y Hacarí mas de 28 mil hectáreas de coca. En la zona se mueve el Clan del Golfo y, sobre todo, los Pelusos y los Rastrojos quienes se han disputado un corredor por el que se mueven cerca de 26 millones de dólares trimestrales de cocaína y de venta de armas ya que el río Catatumbo desemboca directamente en el Clan del Golfo.
El 15 de septiembre del 2019 el exalcalde de Tibú, EN Norte de Santander, quien buscaba repetir mandato, fue asesinado al lado de la orilla del caudaloso río Catatumbo mientras esperaba una lancha. Un dirigente más de los muchos asesinados desde la masacre de en La Gabarra en agosto de 1999 por el Bloque fronteras de la Autodefensas Unidas de Colombia.