Desde muy joven se dejó contagiar del poder del dinero. Permitió que su relación con el crimen y el delito pasara la línea profesional que tiene un abogado penalista cualquiera y se convirtiera en su forma de adquirir dinero con afán.
En 2009, A sus cortos 27 años, luego de haberse graduado como abogado de la Universidad Libre en Bogotá, en 2007, el desconocido barranquillero, hoy de 38 años, empezó a trabajar para la alcaldía de Samuel Moreno en la cual asesor. Fue su entrada a la carrera pública y al relacionamiento con contratos, contratistas y políticos detrás de ellos.
Sus asesorías le permitían litigar como independiente y fue allí que, en 2011, mientras adelantaba su segundo contrato con el distrito, conoció en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá a quien sería su esposa, Carolina Rico, quien había sido capturada cuando intentaba sacar cocaína en una maleta hacia Francia. Moreno la defendió y logró sacarla absuelta.
Fue abogado del exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, quien fue procesado por la Corte Suprema por parapolítica. También defendió al exalcalde de Buenaventura, Bartolo Valencia, condenado por corrupción con la plata de los estudiantes del municipio.
El poder cayó en sus manos cuando entre 2013 y 2015 fue contratado por la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes para asesorías legales. Allí hizo amigos. Allí conoció que muchos los poderos y millonarios del país tenían cuantas pendientes. Conoció procesos contra altos funcionarios del Estado, entre ellos el Fiscal Eduardo Montealegre, el expresidente Álvaro Uribe y entonces presidente Juan Manuel Santos, magistrados Consejo Superior de la Judicatura, de la Corte Constitucional y del Consejo de Estado. Los hilos del poder empezaron a conocer a Luis Gustavo Moreno y en los pasillos del congreso y las altas cortes su nombre sonaba como una ficha fácil de mover. Fue desde este cargo que Moreno empezó a cobrar favores. Era directo a la hora de pedir dinero por destrucción de investigaciones y alterar procesos. Sabía quiénes podían hacerlo multimillonario en poco tiempo.
Al excongresista Álvaro Ashton le pidió 800 millones para frenar el proceso que se adelantaba en su contra por parapolítica. También le pidió dinero a Alan Jara, por una investigación de corrupción por más de $18 mil millones dentro del caso de la refinería del Meta, Llanopetrol.
La hoja de vida del prestigioso abogado Moreno llega a manos del entonces Fiscal General Néstor Humberto Martínez, dicen que quien la puso allí fue Germán Vargas Lleras. El desconocido, pero sonado Luis Gustavo Moreno fue nombrado Director Nacional Anticorrupción de la Fiscalía, cargo desde el cual siguió jugando a hacerse millonario moviendo a sus anchas la justicia del país.
Fue capturado por una investigación que se inició por un anónimo que reveló la reunión que Moreno iba a tener con el exgobernador del departamento de Córdoba, Alejandro Lyons, investigado por hechos de corrupción que superan los $10 mil millones.
La negociación entre Lyons y Moreno se hizo en el baño de del centro comercial "Dolphin Mall " de Miami. Moreno recibió 100 millones de pesos y días después, El 27 de junio de 2017, al llegar a Bogotá fue capturado en su propia oficina anticorrupción del bunker de la Fiscalía por los delitos de concierto para delinquir, utilización indebida de información privilegiada y cohecho.
El evntilador de Moreno destapó un entramado de corrución sin precedentes en el país, que popularmente bautizaron el ‘cartel de la toga’ en el que están involucrados magistrados de las altas cortes, políticos, jueces, fiscales.
El delito se hizo en Estados Unidos y el 17 de mayo de 2018 fue extraditado por el presidente Juan Manuel Santos. El pasado fin de semana, luego de cumplir 4 años de prisión por los delitos de conspiración para lavar de dinero, conspiración para cometer fraude en giros bancarios y fraude bancario, llegó deportado y fue capturado bajo los cargos de concusión y utilización indebida de información privilegiada.
Ante la justicia Colombia Moreno tendrá que pagar otros casi cinco años de prisión. Fue condenado por la Corte Suprema de Justicia a 4 años y 10 meses, condena que se ratificó el pasado mes de julio. Moreno quien permanece desde el viernes en los calabozos de la Fiscalía, pagará su condena en una cárcel colombiana y una irrisoria multa de 36 millones de pesos, habiendo recibidos cientos de millones de manos de poderosos políticos de los cuales muchos de ellos siguen moviendo los hilos del poder.
