La mayoría de las personas en el país da por sentado que los paramilitares fueron un grupo armado que surgió en lo años 1990 para contrarrestar a las guerrillas comunistas. Una mentira que se han dedicado a repetir los medios de comunicación; estos grupos armados ilegales fueron en realidad ejércitos privados del narcotráfico que casi nunca enfrentaron a la guerrilla.
Para entender cómo se formaron los grupos paramilitares en Colombia, tenemos que saber que estos en principio contaron con el apoyo del estado y las oligarquías que no querían perder sus privilegios sobre la tierra (lo mismo que pasa hoy). Los chulavitas surgieron como un grupo armado al norte de Boyacá, compuesto por jóvenes que gozaban de buena posición económica, con un fuerte odio por todo aquel que pensara diferente; no eran mercenarios ni opositores, solo eran delincuentes con ganas de sangre que cometieron los delitos más atroces con un estado que se hacía el de la vista gorda. Defendieron los gobiernos de derecha de Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez contra los comunistas. Sus miembros provenían de la vereda Chulavita del municipio de Boavita.
Estos sanguinarios tuvieron un episodio especial en la violencia, cuando el Secretario general de la presidencia llamó al entonces gobernador José Maria Villarreal, le comentó que los liberales se estaban tomando el país luego del asesinato de su caudillo el 9 de abril de 1948. Villareal convocó de inmediato a todos los conservadores de Tunja y le pidió ayuda a su hermano Camilo Villarreal, quien era el máximo líder conservador en el norte de Boyacá. La madrugada del 10 de abril, los psicópatas llegaron a la capital para controlar la situación, valiéndose de los métodos más violentos.
Cuando el general Rojas Pinilla llegó al poder en 1953, apoyado por liberales y conservadores, dio fin a ese grupo terrorista. El dictador dio amnistía para los delitos cometidos tanto por liberales como conservadores, los perversos quedarían impunes después de haber cometido los delitos más atroces. No contentos con este indulto, pasaron a la clandestinidad con el nombre de los «pájaros», ya que llegaban, cometían sus crímenes y luego huían con mucha rapidez.
Los paramilitares fueron los primeros en traer violencia, además de ser culpables de más de la mitad del desplazamiento forzado (presuntamente siempre han tenido apoyo estatal).