Se podría llamar Lina González pero decidió que fuera su segundo apellido el que acompañara a su nombre para no ser una más del montón. Al parecer la estrategia le sirvió. En estos momentos Lina Tejeiro conmociona las redes sociales con una historia, un post o un vídeo en vivo. En meses pasados hizo un Tiktok imitando a Vicky Dávila durante su enfrentamiento con Hassan Nassar. Recientemente fue un vídeo en vivo, en donde aceptó entre lágrimas que todavía ama a su ex novio Andy Rivera, el que la convirtió en noticia.
No en vano tiene más de 6 millones de seguidores en Instagram. Ahí supera a figuras de la talla de Carolina Cruz o la ex miss universo Paulina Vega. La polémica la lleva en la sangre. Su mamá, Viviana Tejeiro, había sido nombrada Señorita Meta y ocho días antes de llegar a Cartagena descubrió que estaba embarazada. Fue por su madre que entró a la tv. Ella arrendaba la casa a productoras para grabaciones de series. Así, la pequeña Lina, que se descrestaba por las cámaras y jugaba a memorizar los parlamentos de los actores, hizo sus primeras escenas en Siguiendo el Rastro y Unidad Investigativa.
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La gran oportunidad llegó en los primeros días de enero de 2004. En Colombiana de Televisión estaban buscando una niña que supiera montar patineta y les hablaron de Lina. Ella estaba de vacaciones en La Dorada con su familia y no quiso regresar a Bogotá para hacer el casting. La madre les mandó unos vídeos con las escenas que Lina había hecho antes y la respuesta fue que la esperaban para firmar el contrato. Así se convirtió en Sammy, de Padres e Hijos. El contrato se firmó por un año y estuvo cinco. Su adolescencia fue transmitida por televisión.
Durante esos años cometió errores. Era una niña de 13 años que se creyó el cuento de la fama. Si la ropa que le tenían las vestuaristas no le gustaba, o si no había pechuga de pollo al almuerzo se quejaba con el productor y no quería grabar. Hoy se ríe con las maquilladoras y vestuaristas que soportaban sus berrinches. Lo cuenta sin problema porque ya la vida le pasó factura. La mala fama que se hizo en el medio la dejó dos años sin trabajo. En ese tiempo no tuvo un solo casting.
Fue ahí cuando se le ocurrió irse a Buenos Aires para estudiar Comunicación Social y armar una vida allá. Desde que aterrizó supo que las cosas no iban a ser fáciles. Aún recuerda la bienvenida que le dio la ciudad. Estaba llegando al apartamento de un pariente con la maleta aun sin desempacar cuando un fuerte sonido la hizo asomarse a la ventana. La chica del noveno piso acababa de suicidarse brincando por el balcón.
Fue a punta de burlas que comprobó la enorme cantidad de colombianos que hay en la capital argentina. Cuando reconocían a Sammy, la niña diva de Padres e Hijos, mesereando en Palermo no podían evitarlas. El estrés y los alfajores la llevaron a los 70 kilos. Un día pasó toda la mañana mirando al balcón. Estuvo a punto de seguir los pasos de la vecina. Pensó que no podía más y que las cosas debían cambiar. Regresar a su tierra fue la mejor decisión que tomó en ese momento.
Una vez en Bogotá la recibió la manager Claudia Serrato, quien hizo caso omiso a la mala fama y los chismes de Lina en el medio. Después de haber pagado su karma, cambió su actitud. Entendió que la actuación no era un pasatiempo sino una opción de vida. Volvió a trabajar con Colombiana de Televisión, misma productora de Padres e Hijos, haciendo unitarios como Mujeres Al Límite. También grabó varios capítulos de Tu Voz Estéreo. Llegaron los papeles en Primera Dama, La Hipocondríaca, y Graduados. Poco a poco su carrera se fue reactivando y hasta las polémicas sirvieron para que cada vez fueran más colombianos los que saben quién es Lina Tejeiro.
Ya está acostumbrada a que hablen de ella. Puede escandalizar al país con un post en Instagram, al mejor estilo de Kim Kardashian. Así lo hizo hace algunos años cuando posó con un saco que traía la imagen de Pablo Escobar y con sus dos desnudos en SoHo. Cuando tenía 16 años le sacaron un supuesto vídeo porno. La protagonista resultó ser otra mujer. Lo mismo sucedió cuando se operó el busto. Una cirugía dio pie para que las revistas de chismes especularan que toda su cara había sido retocada. La actriz solamente acepta una lipo y un levantamiento en el busto por sus cambios de peso. Asegura que en su cuerpo no hay ningún tipo de prótesis o relleno. Cada quien puede pensar lo que quiera porque a ella poco le importa si le creen o no.
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