La región que cubre los municipios del occidente antioqueño, rica en oro y la ruta que conectará el centro del departamento con el mar caribe, se volvió un foco de interés de la inversión china. Empezaron con infraestructura, vinculándose a la construcción de la ruta hacia Urabá a través de la Asociación Pública Privada – APP de la Autopista Mar 2, que terminaron comprando en su mayoría y controlándola.
Su aterrizaje en Antioquia fue en noviembre de 2015 cuando el ex vicepresidente Vargas Lleras le asignó en APP al consorcio colombo-chino Autopistas de Urabá, la Conexión Mar 2 de Autopistas para la Prosperidad. Un megaproyecto de gran importancia para el departamento, pues conecta las subregiones del Occidente y Urabá, desde los Municipios de Cañasgordas hasta El Tigre en el Municipio de Chigorodó; una construcción que abarca 250 kilómetros e incluye 23 túneles, 62 puentes y 7 intersecciones viales.
En el consorcio Autopistas de Urabá participa la empresa China Harbour Engineering Company, inicialmente con un 30 %, pero en el transcurso del tiempo se ha hecho a un 65 %, adquiriéndole a sus socios colombianos, directamente o a través de filiales. Es de recordar que China Harbor Engineering es subsidiaria de la gran China Communications Construction Group (CCCG), multinacional que cotiza en la bolsa de Hong Kong, y ocupa en primer puesto en empresas chinas cuyos ingresos proceden del extranjero, y el # 91 en la lista de las 500 empresas globales más grandes de Fortune.
El proyecto de concesión Mar 2 cuenta con un crédito del China Development Bank (Banco de Desarrollo de China), por USD$ 418 millones, el 37 % del total de su financiación. Es un banco bajo la jurisdicción directa del Consejo de Estado Chino, responsable de recaudar fondos para proyectos de infraestructura a gran escala, por lo que es el segundo mayor emisor de bonos en ese país.
A lo largo de los 250 km se realizarán trabajos de mejoramiento, uno de ellos, la rehabilitación de un tramo entre el municipio de Cañasgordas y el corregimiento de El Tigre estaba a cargo de Construcciones El Cóndor en calidad de contratista. En abril de este año, Cóndor contrató con la misma China Harbour Engineering Company Limited Colombia para que realice el trabajo en cuatro meses, a un valor de $11.409 millones.
En infraestructura están desarrollando otro proyecto en Urabá, asociados con Inversionistas colombianos, denominado Sol de Oriente, el cual se presenta como “la nueva ciudad portuaria, industrial, comercial, turística y de diversión para América”. El plan contempla ampliar la oferta comercial colombo-china y convertir a Urabá en “la gran bodega de China en América, gracias al desarrollo paralelo de una zona franca que incluirá un parque industrial para albergar a 25.000 compañías asiáticas”. Una clara apuesta al puerto que está en proceso y que ya fue concesionado.
En la misma línea de apuesta a esta región, lo chinos no se limitaron a su inversión en infraestructura. En junio de este año, el gobierno nacional y China firmaron un acuerdo para exportarle anualmente cuatro millones de cajas de banano al gigante asiático a través de Unibán por un valor de USD$ 40 millones, empresa localizada en Urabá, precisamente a donde llega la carretera que están construyendo y que desembocará en el puerto. Con este acuerdo, el banano se convirtió en el principal producto de exportación agropecuario a China.
Y para completar, entraron en el negocio del oro. Acaban, en estos comienzos de diciembre, de firmar un acuerdo para quedarse con la mina de oro de Buriticá, una de las más ricas del país. Zijin Mining Group Co. Ltd, le comprará a la canadiense Continental Gold Inc, el proyecto de Buriticá, por alrededor de US$1.000 millones, un valor 19 % sobre el precio de la acción.
Ubicado en la faja media del Río Cauca en Antioquia, es uno de los yacimientos más valiosos del país, con un potencial para duplicar la producción aurífera en Colombia, y convertirla en la en la mayor mina del país, y en uno de los proyectos de oro de alta pureza más grandes del mundo. Se espera que ésta produzca, en promedio, 250.000 onzas troy de oro anuales (7,7 toneladas) durante la vida útil de la mina calculada 14 años.
Los canadienses habían llegado a la zona en 2010 y unos años más tarde confirmaron el valor del yacimiento. Las expectativos activaron una gran migración de familias y el pueblo pasó de 3000 personas a 20.000 pobladores. La pugna por el oro trajo además de problemas sociales, la práctica ilegal de extracción, bajo el comando del Clan del Golfo, que extorsiona con el 10 % de la renta que le deja la extracción a cada minero. La minera canadiense Continental Gold se fue agotando por los temas sociales y de violencia, teniendo incluso que afrontar la presión de la minería ilegal y las continuas amenazas a sus trabajadores, en un conflicto que ya ha dejado varios muertos. El potencial de la mina es tan grande que les permitió hacer una buena negociación con los chinos de Zijin Mining que asumieron los riesgos.
Zijin es liderada por su fundador el ingeniero Jinghe Chen quién fuera el principal organizador de la exploración y descubridor de la mina Zijinshan en la década de 1980, la mina de oro y cobre a cielo abierto más grande de China. En la actulaidad, Zijin Mining Group posee cerca de 100 subsidiarias en más de 20 provincias en China, así como en otros nueve países. Es una de las mineras más rentables y competitivas en la industria, ocupó el segundo lugar entre los mineros de oro públicos del mundo en el Forbes Global 2000 en 2018 y el 82º lugar en Fortune China 500 en 2018. Cotiza en la Bolsa de Hong Kong y Shanghai Stock Exchange.
El desarrollo del Urabá antioqueño, una de las zonas más ricas del departamento, parece que estará cada día más ligado a las inversiones del gran gigante asiático, un sorprendente viraje de los tiempos de dura violencia a la opulencia que llegará con este motor económico.