Ninguna encuestadora acertó en el apabullante rechazo de 61,87 %al texto de la nueva constitución chilena en el que trabajaron durante todo este año los constituyentes escogidos democráticamente en las urnas. En todas las regiones de Chile ganó el No. Sin embargo, la decisión de dejar atrás la Constitución que nació en la dictadura de Augusto Pinochet sigue en pie. Pero el proceso de redacción será distinto.
El presidente Gabriel Boric anunció que desde este lunes 5 de septiembre convocará a todas las fuerzas políticas, empezando por la oposición a definir la ruta a seguir para contar prontamente con un nuevo texto que una a los chilenos, "para que ahora si nos pongamos de acuerdo", ha dicho el presidente. El epicentro será el Congreso en el que su gobierno no cuenta con una mayoría.
El presidente anunció también un revolcón ministerial y será asunto del pasado el gabinete conformado mayoritariamente por jóvenes sin mayor experiencia política, distinta a la del activismo que condujo a un cambio de la realidad política de Chile y que tiene a el centro izquierdista Gabriel Boric en la presidencia.
La constitución que ha sido rechazada acumuló críticas desde antes de llegar al punto final de la campaña. Se habló de lo farragoso y confuso del texto, del listado de buenos deseos sin manera de financiarlos, como el ambicioso sistema de salud de por vida, mientras se diluían los sistemas de control del gobierno.