Vivimos en una sociedad plagada por la corrupción, donde sus instituciones no son transparentes, no tienen credibilidad. Por ejemplo, la policía, una de las instituciones más estigmatizadas y odiadas porque no le brinda atención al ciudadano del común, quien se siente desprotegido ante la alta ola de inseguridad que se vive en el país, pan diario en varias ciudades como Bogotá, donde el robo de celulares y hurtos a ciclistas son constantes, lo mismo pasa en Ibagué, donde la inseguridad está cobrando mayor fuerza.
Pero la corrupción también se ve reflejada en algo que pocos conocen y tiene que ver con el manejo de la tasa de cambio que se le da a la divisa colombiana por la supuesta/poca transparencia que hay. Casi que ninguna institución escapa al flagelo de la corrupción en Colombia, en cuanto al manejo del dólar, se dice que hay una mafia porque solo les conviene subir la divisa con algunos fines específicos, pues mientras que el año pasado el petróleo subía el dólar también subía en Colombia; entre tanto, en algunos países la tasa de cambio de algunas monedas bajaban, lo que para algunos resta credibilidad y transparencia al manejo de la divisa en nuestro país.
Por regla, si el precio de la materia prima como el petróleo se estabiliza y equilibra, el dólar debe mostrar un comportamiento estable, no volátil en varias monedas como el peso colombiano y ya a varios les sospecha esa tasa de cambio como algo anormal. Algunos piensan que la dolarización sería la mejor opción para acabar con tanta especulación de precios y desenclaje de las tasas de cambio e interés por parte del Banco de la República.