Tiene razón José Galat. Francisco da visos de ser una especie de anti-Papa, el hombre que le pavimentará la autopista al Anticristo. Ahora salió diciendo que aplaudía un matrimonio entre gays, mientras que mantiene una postura si acaso ambivalente con lo que sucede en Venezuela. Sé de buena fuente que este Papa, abiertamente socialista, se reunió con un cura comunista e incendiario como el Padre Numa Molina, un esbirro de Chávez, y a partir de allí tiene en su cabeza santa la realidad que a él se le viene en gana de tener. Claro, que otra cosa se puede esperar con alguien tan amigo de Cristina Kirchner como es Bergoglio. ¿Tienen dudas? Vean no más las foticos que les tengo:
En cambio miren la seriedad con la que recibió a un católico de bien como Mauricio Macri:
Y mire lo incómodo que estaba con otro hombre de sacramento como es Trump:
Y claro, todo esto contrasta con la alegría con la que recibió a Nicolás Maduro. Simplemente no puede de la felicidad:
Está claro que el Papa es socialista. Miren no más también la manera desaforada con la que ha respaldado, casi hasta la alcahuetería, el proceso de paz con las Farc. Miren lo blandito que ha sido para atacar el aborto y el beneplácito con el que recibe ateos en su despacho en el Vaticano. Ay, cuanto extrañamos a un hombre de temple como fue el Papa Juan Pablo II, un militante del anticomunismo cuya ayuda inapreciable sirvió para derrumbar para siempre a la Unión Soviética, el imperio del mal como bien lo calificó Ronald Reagan, alguien que condenaría sin pensar demasiado las atrocidades que se cometen a diario en Venezuela.
Hay una serie que en este momento pasan en televisión que trata sobre un Papa que con su discurso incendiario pretende socavar los principios sobre los que se erigió la iglesia de Dios en la tierra. Ese Papa de ficción, que invita a sus fieles a masturbarse, cada vez se parece más a Francisco. Como católico de misa diaria rechazo la venida de este Papa a Colombia y, debo confesar, me siento absolutamente desilusionado con el ex procurador Alejandro Ordoñez, el hombre que tiene más moral en Colombia, un católico de raca-mandaca quien se niega a condenar al Papa y dejó solo a José Galat en su cruzada para combatir la llega de Jorge Bergoglio, el ateo, a Colombia