Biología y ecología de la especies de carnívoros en Colombia
Los felinos son el grupo más carnívoro del reino animal y la mayoría de las especies son de hábitos solitarios (con excepciones como el de las manadas de leones Panthera leo) (Kitchener 1991, Macdonald et al. 2010). Los felinos o felidae son una familia de mamíferos compuesta por 36 especies. Son exclusivamente carnívoros, por lo que poseen unas características fisionómicas aptas para la caza: corpulencia, sistema esquelético y muscular flexible, garras retráctiles, lengua callosa (para quitar el pelo a la presa), visión binocular y adaptada a la oscuridad, almohadillas plantares que les dejan avanzar sin hacer ruido, y un gran olfato. Los felinos son el grupo más carnívoro del reino animal y la mayoría de las especies son de hábitos solitarios. Tienen muchas características entre otras:
- La mayor parte de ellos tienen garras retráctiles.
- Sus lenguas tienen papilas gustativas callosas que les ayudan a quitarles el pelo a sus presas.
- Su vista es seis veces mejor que la vista humana en ambientes de poca luz, tienen la membrana nictitante o “tercer párpado”, la cual permite que se cubran completamente sus ojos y que se lubriquen sin necesidad de cerrar los párpados.
- Sus ojos se ubican al frente de la cara y proveen visión binocular que les permite juzgar las distancias, esto especialmente útil para acechar, perseguir y atacar presas.
- El olfato felino está complementado por el órgano vomeronasal, el cual les permite “probar el aire”.
- Los felinos, mediante el gesto conocido como flehmen, retraen el labio superior hacia arriba para exponer el órgano vomeronasal, lo que les facilita la transferencia de moléculas odorantes.
- Los bigotes, anclados profundamente dentro de la piel, les permiten a los felinos sentir detalles de la dirección del viento.
- Dientes carnasiales, el tercer premolar superior y el primer molar inferior, se cierran como tijeras cortando el tejido de sus presas.
- La forma y el tamaño de la bula auditiva los separa de los demás grupos de carnívoros.
Colombia cuenta con seis especies de felinos de las 36 existentes en todo el mundo, estas especies carismáticas y muy poco conocidas se encuentran a lo largo de todo el país en ecosistemas de tipo del bosque húmedo tropical, bosques ribereños de los llanos, bosques de los valles interandinos, páramo, bosque de niebla, manglar y bosques costeros.
Las especies de carnívoros en Colombia van desde el enigmático jaguar Panthera onca, pasando por individuos de una menor talla y más esbeltos como el puma, Puma concolor, Jaguarundi Puma yagouaroundi, e individuos de tallas menores como Ocelote Leopardus pardalis, Margay Leopardus wiedii, y por último Oncilla Leopardus tigrinus, algunos de estos con categorías de relativa preocupación VU (vulnerables) y fuertemente amenazados por actividades antrópicas.
Los felinos, sobre todo los grandes, son especies que se ubican en la cima de la pirámide trófica. De ahí que la muerte o la desaparición de uno de ellos ya sea por muerte natural o antrópica significa una pérdida irreparable para el ecosistema y para los individuos que interactúan en el mismo, su presencia tiene fuerte incidencia sobre las poblaciones de pequeños mamíferos como la chucha común o zarigüeya, conejos y en algunos casos se han hecho registros de consumo directo de babillas, es aquí donde su tamaño y hábito carnívoro hace que tengan especial valor ecológico y sean considerados especies clave.
Estas son especies que, aunque viven a muy bajas densidades, ejercen un efecto muy grande sobre su ecosistema. Viven en densidades porque requieren grandes disponibilidades de presas dentro de su territorio, convirtiéndolos en un depredador limitado por las cantidades de presas que puede sostener su hábitat, y requieren grandes extensiones de bosques para sobrevivir. El efecto sobre el ecosistema se puede evidenciar en una eventual ausencia de grandes felinos. Esto causaría un aumento demográfico de sus presas, que son frugívoros, herbívoros y granívoros, alterando los patrones de crecimiento y estructuras del bosque. Además, los llamados mesopredadores o carnívoros medianos tendrían más presas disponibles aumentando sus poblaciones. Se ha visto que, en ausencia de grandes felinos, el aumento en mesopredadores puede ejercer presiones graves sobre algunas de sus presas como aves. Una última consecuencia es que el aumento en roedores causa mayores efectos destructivos sobre huertas humanas ubicadas en los bordes de los bosques.
Amenazas sobre los carnívoros
La situación actual de los grandes carnívoros de Colombia y Sudamérica es el resultado del miedo de los humanos a los felinos y de la explotación humana sobre su medio ambiente, principalmente el páramo y diferentes bosques – bosques húmedos tropicales, bosques de los valles interandinos, bosques de niebla, bosques costeros, bosques ribereños de los llanos, bosques húmedos bajos, todos y cada uno de los hábitats de estas grandes y valiosas especies.
Los felinos están en peligro de extinción desde hace varios años por dos razones:
- La actividad y sobre todo la expansión de las poblaciones en el territorio de los animales silvestres, “el urbanismo” el turismo y los desarrollos industriales están obligando a los animales a migrar y se encuentran en territorios de vida silvestre cada vez más reducidos.
- La caza furtiva son las principales razones de la desaparición de los pequeños y grandes felinos esta práctica furtiva para conseguir su piel y elaborar accesorios como botas o bolsas, cinturones e incluso la venta ilegal de los animales.
- Las amenazas de los felinos, son de diversa naturaleza una de ellas es la destrucción de sus hábitats a través del cambio de uso de suelo por la expansión de la frontera agrícola y pecuaria en las zonas rurales del país.
- La cacería "Se sabe que existe un mercado a nivel local, regional y nacional del tráfico de las especies o de su piel, y esto constituye una amenaza importante".
- Aunque suene increíble algunos de estos animales son tenidos como mascotas o animales de compañía.
Los conflictos con ganaderos conllevan a una situación de manera bien compleja, el animal se ve sometido a la fragmentación de los hábitats, por otro lado, la presión sobre las poblaciones se ve reflejado en la falta de oferta alimenticia, razón por la cual el ganado es atacado por los felinos, sin embargo, y pese a la poca presencia o más bien nula del control de la Autoridad Ambiental o de las llamadas Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) los felinos son cazados y de esta manera llevar a cabo lo que los ganaderos llaman el ajusticiamiento por consumir su ganado. Luego entonces: la situación de los felinos es más compleja, en Colombia las Autoridades Ambientales han hecho uno que otro rescate insulso y donde no se hace otra cosa que llevar el individuo de un lugar a otro, sin el debido estudio de poblaciones de felinos, en otras circunstancias: se reintroduce un felino en un hábitat donde no se tiene idea que hay, sin prever que puede haber otro individuo de la misma especie que ejercerá una presión indebida sobre un territorio que no es el suyo, y que terminará en el peor de los casos con uno de los individuos muertos por competencia directa sobre el otro.
Otra situación triste y lamentable en Sudamérica es el tráfico de colmillos de jaguar que es un negocio ilegal y lucrativo, que se ha convertido en el nuevo enemigo mortal de este animal, cuyo hábitat son los bosques de la región chaqueña, en las tierras bajas y en la Amazonía del norte de Bolivia, lugares históricos donde los jaguares lucharon por su existencia. Hasta el 2014, poco se sabía del tráfico de colmillos de jaguar, mientras una red de traficantes chinos y bolivianos se movía entre poblaciones de Santa Cruz, de Beni, de La Paz y de Pando, cercanas a selvas y parques naturales donde mora, en busca de quienes estaban dispuestos a matar al animal.
No solo sus colmillos son valiosos, también sus garras, su piel y testículos. Por todo esto, un ciudadano chino paga entre 2000 y 3000 dólares en Bolivia. Pero su costo en el mercado asiático se dispara a 20.000 dólares, debido a la fama de que estos supuestamente aumentan la potencia sexual de los hombres y cura enfermedades que la medicina científica no puede aliviar.
Además, en China y otros países asiáticos hay quienes llevan un colmillo pendiendo del cuello como símbolo de estatus, fuerza y poder.
Conservación y protección de los grandes carnívoros
Es innegable y perentorio la implementación de medidas de gran impacto que ayuden a la conservación de las poblaciones de grandes, medianos y pequeños carnívoros en Colombia. También es importante cerrar las puertas al tráfico de colmillos y pieles que desde otros países como China se ciernen sobre estas especies. Lo anterior sin olvidar la conectividad ecológica, la mejoría de las prácticas agropecuarias y el diseño de carreteras con sus respectivos planes de manejo (manejo antidepredatorio de aves de corral que es un caso recurrente en tigrillos). Estas son solo algunas medidas que ayudarán a estabilizar los procesos de desaparición de las especies de carnívoros presentes en Colombia.
