Cuando Don Berna mandó a asesinar a Francisco Cifuentes Villa, la cabeza de una familia dedicada al narcotráfico, por problemas de negocios en el 2007, al clan no le quedó de otra que aliarse con El Chapo Guzmán y el Cartel de Sinaloa para que los protegieran. Atrás quedaron los tiempos en los que Francisco era el piloto de confianza de Pablo Escobar, de la bonanza que tuvieron cuando, una vez fue asesinado el capo, se pasaron al Cartel de Cali por idea de José Milton, otro de los hermanos del clan. A diferencia de otras familiax los Cifuentes Villa sabían ser silenciosos. Mientras mandaban toneladas de cocaína a México y Fernando, el menor de los hermanos, se aliaba con Wilmer Varela, alias Jabón, para matar a Efraín Vásquez, alias Don Efra, uno de los duros del Cartel del Norte del Valle, su nombre nunca sonaba en los grandes medios.
Todo empezó a resquebrajarse cuando Jabón ordenó asesinar a Fernando y a los Cifuentes Villa no les tocó de otra que aliarse con la oficina de Envigado y los Castaño Gil. Tras la muerte de Francisco por orden de Don Berna, ingresaron al Cartel de Sinaloa. Como los hombres de la familia eran asesinados o apresados, Dolly de Jesús Cifuentes Villa, quien estuvo casada durante 15 años con Jaime Alberto Uribe Vélez y con quien tuvo dos hijos, se puso al frente del clan. Su misión era abrir rutas de cocaína con destino a México.
Allí los hombres del Chapo se encargaban de empaquetarla y enviarla a los Estados Unidos. Alías la Meno, como era conocida, lavaba millones de dólares para el Cartel de Sinaloa gracias a las 32 empresas de importación que tenía en Colombia y las 17 distribuidas a lo largo de Panamá , México, Brasil y Estados Unidos. En el 2011 Dolly Cifuentes fue detenida por las autoridades mexicanas, deportada a Colombia y luego a los Estados Unidos en donde fue sentenciada a cinco años de cárcel, condena que cumple en la actualidad. Su hija, Ana María Uribe Cifuentes, fue detenida en el 2015 por su relación con el Cartel de Sinaloa.
Pero el colombiano más cercano al Chapo Guzman pudo haber sido Jorge Milton Cifuentes, hermano de Dolly. Entre los años 2007 y 2010 se paseaba entre México, Panamá y Ecuador haciéndose pasar por un acaudalado hombre de negocios. Su verdadero oficio era trazar la ruta de la coca entre los laboratorios colombianos y México. En noviembre de 2010 se le derrumbo su fachada. La Corte de Distrito Sur de la Florida y la de Nueva York lo acusaron de tráfico de drogas y lavado de dinero. Huyó durante dos años hasta que en julio del 2012 fue detenido en Venezuela, luego fue trasladado a Colombia y en diciembre del 2013 fue a parar a los Estados Unidos.
Entre 2010 y 2012 la familia perdió más de 250 millones de dólares en incautaciones de droga. En plena decadencia del clan los restantes hermanos, Hildebrando Alexander y Lucía Inés, contuaron articulados al Chapo y el Cartel de Sinaloa. El primero fue detenido a inicios del 2015 en Culiacán. Fue deportado a Colombia y el gobierno norteamericano lo acusa de haber enviado treinta toneladas de droga entre los años 2008 y 2014. Lucía Inés fue detenida a sus 56 años en México por haber mandado en el 2009 nueve toneladas de cocaína desde Ecuador hasta los Estados Unidos, así como 32 kilos de coca que incautaron en Pasto. Lucía Inés fue condenada a 11 años de cárcel.
Con el clan desmantelado lo único que esperan es la oportunidad de declarar contra el Chap Guzmán para acceder a una rebaja de penas. El antiguo aliado, fue trasladado el 19 de enero pasado, al Centro Correccional Metropolita de N.Y, una cárcel que es famosa por enloquecer a sus reclusos. La Fiscalía norteamericana escuchará todo lo que tengan que decir sobre las rutas aéreas, marítimas y terrestres por las que transportaban la droga, además dirán los nombres de los funcionarios mexicanos que recibieron sobornos del Cartel de Sinaloa. Saben demasiado.
