En el Bajo Cauca la guerra arrecia. Los narcos se atrincheran ante el embate del ELN y de las cada vez más numerosas disidencias de las FARC. El punto neurálgico de los combates es el Cañón de las Águilas. Hace unos meses ese lugar muy cercano de Tarazá era controlado completamente por el Clan del Golfo. Nadie discutía su supremacía. Nadie hasta que alias Caín se le rebeló a su creador, Otoniel. Su disputa por el control de la coca derivó en una matanza contra personas del común con la que incluso Otoniel estaría en desacuerdo. En Cáceres, municipio donde fue asesinada la líder comuna Ana María Cortés, han muerto 33 personas en lo que va del año. La gran mayoría de ellos han sido por orden de Caín.
Los Caparrapos conocen como nadie el Bajo Cauca. Son un remanente de los grupos de autodefensa que manejaban a principios la zona: El Bloque Central Bolívar de alias Macaco y el Bloque Mineros de Cuco Vanoy. En este video la excongresista Rocío Arias hace una fuerte denuncia sobre los peligros que corre la población civil, y sobre todo los líderes, con la presencia de Los Caparrapos en el Bajo Cauca antioqueño.